El Gobierno toma posiciones, la sociedad civil sus propias que han sido ampliamente debatidas a lo largo de asambleas que se han sucedido en el país. Las cartas de navegación son claramente distintas en el fondo pues lo que los estudiantes, profesores, padres y apoderados movilizados han expresado en las calles, es que quieren educación universitaria gratuita de calidad, mientras el Gobierno solo quiere dársela en voz de su Presidente Sebastián Piñera en el programa Tolerancia Cero, al 40 % más vulnerable y en base a méritos, lo que ya es discriminatorio.
El plan del Gobierno continúa con que para el 20 % siguiente se hará un sistema mixto y que para el 40 % restante un sistema de préstamos, condenando así a la bancarización y la usura.
Claro está que primero toda ayuda debe ser para quienes más lo necesitan, los más pobres, pero los tecnócratas no han caído en cuenta que en este proceso revolucionario de demandas sociales guiadas por la educación, el espectro demandante supera con creces al 60 % de consultados y hay quienes se atreven a hablar sobre el 80 % , pues a fin de cuentas la real concentración de la riqueza en el país, se encuentra solo en manos de un porcentaje mucho menor, mejor dicho, en unas cuantas familias.
Esta contradicción del modelo, que se supone justo para todos, es la que esconden, y tratan de remediar con bonos o migajas teniendo Chile hoy las Arcas Fiscales más grandes de la historia, pero que al parecer siguen siendo destinadas a sostener la caída de un sistema financiero en crisis por donde se le mire, pero que se reinventa aprovechando los cientos de problemas de la cotidianeidad humana.
Chile, como uno de los paises más desiguales del Mundo en la repartición de la riqueza, de la mano de un magnate que ha defendido abiertamente la posibilidad del lucro en la educación, va rumbo a más estallidos sociales.
Hoy es cierto que las aguas se han aquietado en duelo ante una herida en el corazón abierta en muchos chilenos, donde la humanidad que inunda nuestros barrios y plazas se ha visto sobrecogida, compartiendo profundamente el dolor de la tragedia aérea de los 21.
Pero ese dolor amplificado por la televisión cicatrizará y nos hará más fuertes, pues sabemos de antemano que así como varios de ell@s luchaban por la tarea de la Reconstrucción Nacional, comunicándola o moviendo recursos propios ante la inoperancia gubernamental para con los afectados del terremoto, aún quedamos de pie miles que estamos en la misma tarea y aún más amplia, por una Reconstrucción Nacional de Arica a Magallanes, de ciudadanos comprometidos con otro Chile, que este gobierno y los anteriores nos han querido negar.
A no olvidar, educación gratuita y de calidad. Son las reformas de gobierno solo un premio de consuelo, un insulto a quienes sabemos que el mantenernos ignorantes, es su mejor negocio.
El Ciudadano