¿Porqué el Frente Amplio tiene mucha adhesión popular y pocos votos?

Los resultados de las recientes elecciones primarias y su comparación con las encuestas de opinión pública dan para pensar y analizar el comportamiento político de los chilenos. El Frente Amplio y sus dirigentes tienen un gran apoyo popular, pero obtuvieron pocos votos. Chile Vamos obtuvo muchos votos, pero no tiene gran apoyo popular. ¿Cómo se explica?

Entre los humanos – personas que sentimos, que pensamos y que actuamos – la coherencia entre el sentir, el pensar y el actuar no es algo común. Sentimos según afectos y emociones; pensamos según creencias y razonamientos; actuamos según intereses y expectativas. Esto se da a nivel individual, pero también en el comportamiento social y de ‘grandes números’.

Las personas que dirigen y representan el Frente Amplio son queridas por muchos, que les tienen afecto y les generan emociones positivas, porque son buenas personas, idealistas, honradas, jóvenes, valientes, etc. Un grupo menor de adherentes, los siguen por convicción ideológica, esto es, por creencias y razonamientos. Muy pocos son los que ven que ellos les favorecerán en sus intereses y los que tienen expectativas de que harían un buen gobierno, porque no tienen suficiente experiencia de gobierno ni buen manejo de la economía. Por eso, los votos que obtiene el Frente Amplio son de los convencidos por sus creencias y razonamietos. A la hora de votar, muchos que adhieren a ellos por afectos y emociones se abstienen de hacerlo, porque no les convencen de que harán un buen gobierno. Esto significa que el Frente Amplio tiene un gran futuro por delante, que se demostrará en futuras elecciones. Con dos condiciones: que se mantengan éticamente limpios y no pierdan los afectos ciudadanos; y que se preparen para gobernar con capacidades y competencias apropiadas.

Las personas que dirigen y representan a Chile Vamos son queridas por pocos y generan emociones más bien negativas en las grandes mayorías. Un grupo menor de adherentes los siguen por convicción ideológica. Pero muchos tienen expectativas de que harán un gobierno que aumentará el empleo, realizará obras, resolverá problemas, etc. Por eso, obtienen muchos votos, no sólo de los pocos convencidos ideológicamente sino de los muchos que tienen expectativas de que saben hacer funcionar la economía y favorecer los intereses inmediatos de empleo, consumo, etc. En el corto y mediano plazo pueden ganar, pero en el largo plazo están perdidos, a menos que recuperen afectos y generen creencias convincentes.

Las personas que dirigen y representan a la Nueva Mayoría han perdido el afecto ciudadano y no son queridas, porque han demostrado no ser muy honradas, ni veraces, ni valientes, etc. Como no tienen convicciones ideológicas claras y unificadas, tampoco obtienen muchas adhesiones en base a sus creencias y pensamiento. Las expectativas de que hagan un buen gobierno ellos mismos se han engargado de disminuirlas grandemente. Sólo les queda la adhesión de los que se beneficiarían si se mantienen en el poder, por los cargos públicos, los beneficios que otorgan a sus ‘clientelas’ políticas, etc. Por todo eso la Nueva Mayoría no tiene futuro. Si pierde el gobierno perderá incluso las adhesiones de los que se benefician de su actual poder.