En la antesala al 18 de septiembre y, paradójicamente, en una atmósfera nacional de luto, los estudiantes marcharon nuevamente por las calles de Santiago y regiones. Aunque en la capital la convocatoria fue menor que en otras ocasiones (6 mil asistentes según algunos cálculos), el ambiente festivo dominó la movilización, que desembocó en un festival musical en el Parque Almagro.
Faltando quince minutos para las once de esta mañana, la columna de estudiantes universitarios y secundarios inició su avance por la Alameda. En medio de numerosas cámaras, Camila Vallejo, una de las voceras de la Confech, intentaba explicar las razones de la movilización.
“Nosotros en ningún caso hemos dicho que las movilizaciones han estado condicionadas al diálogo ni tampoco a las garantías. Estamos a la espera de las garantías, pero esto no es para presionar eso. Nosotros queremos mostrar que este movimiento sigue vivo, que queremos soluciones, avanzar y trabajar, pero obviamente si esto no fructífera y al final del día no hay acuerdo nosotros seguiremos adelante, y eso no será responsabilidad nuestra porque hemos agotado todas las instancias para poder avanzar”, afirmó la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech).
Estas garantías para dialogar con el Gobierno se refieren al congelamiento de los proyectos de educación, que serán tramitados en el Congreso; que se transparente el diálogo vía televisión o twitcam; se postergue el plazo para cerrar el primer semestre (la fecha tope es el 7 de octubre), y que no se entregue recursos a las universidades que lucran.
Por su parte, Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores recalcó la continuidad del movimiento por la educación pública.
“Si hay menos gente no es porque el movimiento esté en declive, como algunos dicen. Hay que entender que la movilización está precedida por una gran tragedia, estamos en vísperas de fiestas, y esto fue convocado de un día para otro. Aun así hay un gran apoyo de la ciudadanía al movimiento y estamos más unidos que nunca”, señaló.
Sobre las garantías, las consideró mínimas, básicas y de sentido común. “Cómo no va a ser de sentido común, exigir que se transparente todo el diálogo”, afirmó.
Leslie, estudiante de la Universidad de Santiago, marcha junto a sus compañeros y compañeras de Informática. “Me da lo mismo perder el año, porque no estoy ni ahí con estar pagando 10 años un crédito que va a hacer ricos a los puros banqueros. Yo creo que por eso hay que mantenerse firme con el Gobierno”, explica, recibiendo el apoyo de sus compañeras.
“Lo que a mí me preocupa es el tema de las becas. O sea, aparte de pagar una educación súper cara, la única posibilidad que muchos tenemos para costear los estudios va a ser cancelada. Yo creo que eso también debemos integrarlo como parte de las movilizaciones”, comenta Juan Carlos Serrano, estudiante de Bachillerato.
Por su parte, los secundarios manifiestan otros elementos. “A mí me da rabia que le pongan tanto color con el cuento del accidente. Como si no estuviese pasando nada más. Cuando mataron al cabro (Manuel Gutiérrez) no se hizo ningún día de duelo. En cambio, ahora muere estos locos de la tele, o el viejo de la DC (Gabriel Valdés), y dan como una semana, todas las viejas llorando”, dice airado Marco, alumno de 3º medio de un Liceo de Quinta Normal.
A pesar que en la prensa del duopolio se da cobertura a los comerciantes que exigen el fin de las movilizaciones hay otros que se ven favorecidos con las marchas. “A nosotros nos va terrible de bien cuando marchan los chiquillos”, dice Herminia, con su carro de sopaipillas, arrollados primavera y empandas de queso en la esquina de Exposición con Alameda.
Por su parte, don Jaime vende pitos a 100 pesos. “Ya llevo como un cuarto de la mercadería vendida”, dice. “Yo creo que en un ratito los vendo, salí recién”, afirma mientras ofrece su producto, bromeando: “Estos se soplan eso sí, no se aspiran”.
Posteriormente, la marcha avanzó entre comparsas, cánticos y bailes hasta la esquina de Manuel Rodríguez, donde dobló rumbo al sur hasta llegar a Santa Isabel, para desembocar en el Parque Almagro. Ahí un escenario central recibirá la música a artistas como Nano Stern y Juana Fe hasta las cuatro de la tarde, según lo informado por Carabineros de Fuerzas Especiales.
Por Cristóbal Cornejo
Fotos: Mauricio Díaz Buccioni
El Ciudadano