En el programa Lector de Huesos emitido por Radio Televisión Vasca (EITB), el lunes 3 de julio de 2017, se confrontaron los principales referentes científicos de las tesis antagónicas del caso Allende.
El médico y antropólogo forense Francisco Etxeberría, que formó parte de la comisión internacional de expertos que, en 2011, por requerimiento de la justicia chilena, realizó una autopsia al cuerpo del Presidente chileno Salvador Allende; y el master en medicina forense Luis Ravanal, que representó a querellantes en esta causa. Ambos de gran prestigio internacional.
Este debate televisivo tiene gran importancia puesto que la justicia chilena determinó -en fallo de juez Mario Carroza de septiembre de 2012 ratificado por la Corte de Apelaciones de Santiago y por la Corte Suprema- que Allende se suicidó con el fusil AK 47 que le regalara Fidel Castro.
Sin embargo, esta verdad judicial se vio refutada en el Congreso Mundial de Medicina Forense, también llamado World Forensic Festival (WWF) 2014, que se desarrolló en el Centro de Convenciones COEX, en Seúl, Corea del Sur, entre el 13 y el 24 de octubre 2014.
Allí Ravanal recibió el premio a la mejor presentación denominado Best Scientific Presentation Award por su trabajo “¿Una o dos balas’” (One bullet or two?) en que Ravanal plantea -sobre la base de patrones de fractura en el cráneo, de análisis de residuos de disparos y la consideración de los hallazgos en la escena- la existencia de un segundo disparo hecho con un arma de distinto calibre del percutido en la zona submentoniana con un fusil de gran potencia. “Tal evidencia descarta el suicidio como causa de la muerte del presidente Allende”, según se señala en el abstract de este informe.
Esta premiación en esta, la máxima instancia mundial de la medicina forense, supone un respaldo científico a la tesis que sostiene que Salvador Allende fue asesinado.
Debate forense
El doctor Luis Ravanal expuso en el citado programa de la televisión vasca que a través del metanálisis pericial que hizo en 2008 respecto del informe de autopsia de 1973, “se descarta que Allende se haya suicidado y se confirma que le mataron con un arma de bajo calibre”.
Etxeberría explicitó, por su parte, que en 2011 “ratificamos (la veracidad) del informe de 1973 en el sentido que todo se puede explicar y que fue un suicidio”.
Al serles exhibida la foto más conocida de Allende muerto: recostado hacia la derecha en un sofá, con las piernas estiradas y el fusil AK 47 entre las piernas, Etxeberría expuso que allí se puede ver que el seguro del arma está en posición “ráfaga” y que de allí salieron solo dos tiros, ya sea porque quedaban dos balas en el cargador, ya porque Allende apretó muy suavemente el gatillo.
El debate se centró en el orificio de bala “tallado a bisel externo” encontrado en la parte posterior de la bóveda craneana descrito en el informe de autopsia de 1973.
Ravanal aseveró que era imposible que el disparo con fusil AK 47 -que supuestamente Allende se autoinfirió- haya podido generar ese tipo de herida, aclarando que estas –talladas a bisel externo- sólo las provocan armas de baja potencia como revólveres o pistolas, y no fusiles de asalto como el AK.
Además, añadió que si se disparó en la zona submentoniana es imposible que el disparo haya podido salir en la zona posterior del cráneo. Ravanal siempre ha sostenido que un disparo con fusil a corta distancia no provoca orificio de salida, sino que estallido de cráneo como el que exhibe el cadáver de Allende.
El destacado forense chileno reiteró que aquel disparo de salida se produjo por un disparo que ingresó a la altura de la frente, tal como el que describió el forense Luis Liberona Tobar en el informe pericial químico 261 de 2011: “En la muestra No. 3 se constató la presencia de plomo, bario y antimonio, cuyas concentraciones son compatibles con un orificio de entrada de proyectil balístico generado a corta distancia”.
El peritaje fue realizado el 27 de mayo de 2011, cuatro días después que se exhumaran los restos del mandatario socialista por orden del juez Mario Carroza, quien instruyó el caso Allende.
Etxeberría dijo que no existe tal disparo en la frente y que el disparo suicida se alojó en la parte posterior debido a que cráneo se infla como un globo por efecto de los gases lo que explicaría que el disparo hecho bajo el mentón se haya alojado en la parte posterior del cráneo.
Vea aquí el programa: