El imaginario cinéfilo está plagado de grandes parejas y el universo de las series televisivas no iba a ser menos. Un buen romance resulta magnético y, a nivel empresarial, vende, vende mucho. Por eso los fans de cualquier historia universal sufren con las inevitables separaciones dramáticas y estallan en aplausos cuando hay reconciliación, pero también es el motivo por el que se erigen como improvisados jueces y dan consejos a una pantalla como si de una amiga se tratase. ¿Deberían haber vuelto o pasado página? ¿Realmente le convenía estar con esa persona? Esas fueron algunas de las cuestiones que surgieron en un buen puñado de personas con respecto al final de Sexo en Nueva York y la relación entre Carrie y Mr. Big, que con el paso del tiempo ha sido más y más cuestionada… Incluso por su propia autora.
Candance Bushnell, creadora de los libros en los que se basa la archiconocida serie de la HBO, en una entrevista concedida a The Guardian, ha realizado una confesión que ha alegrado a unos e irritado a otros.
De este modo, Candance se defiende (suavemente, sin querer entrar en grandes polémicas) de las acusaciones recibidas en los últimos tiempos de que el final feliz era un estereotipo que, en teoría, iba contra el mensaje que pretendía enviar la serie en sus inicios. En palabras de Jake Nevis (en la publicación): “Fans y críticos que han discutido la idea de que la serie, y el materialismo de las películas, traicionó sus propios valores al darnos un final feliz”.
La opinión de la escritora vendría a refrendar la que ya compartió el creador de la serie, Darren Star. “Personalmente creo que la serie al final traicionó su argumento, que era que las mujeres no tienen por qué encontrar la felicidad en el matrimonio», comentó en Kindle Singles. Sin embargo, la propia Sarah Jessica Parker sí que quedó satisfecha con el resultado. «Tal y como yo lo veo, la forma en que Big y Carrie se casaron fue algo que ella quería hacer más que un deseo imperante de asentarse rápido porque la vida se le escapaba de las manos. No pienso en ello como una degradación para ella por el hecho de haberse casado, siempre he creído que llegó a ese punto por sí misma. Pero lo bonito es que todos podemos tener miles de opiniones diferentes sobre la decisión de Carrie».
Nada más que añadir.
Vía vogue