El Muro de Adriano, construido por el emperador romano del mismo nombre entre el 122 y el 132 en la isla de Britania, reveló en 1992 algunos de los más famosos documentos que relatan episodios cotidianos en el borde más norteño del Imperio, en el castrum (fuerte) romano de Vindolanda.
Las tablillas todavía se conservan y en ese tiempo fueron escaneadas con luz infrarroja, que revela algunos caracteres pero deja a la letra cursiva en un misterio que puede tomar muchos meses resolver.
Hace poco los arqueólogos a cargo del sitio descubrieron 25 nuevas misivas escritas en madera, y lograron darse cuenta de que una de las nuevas tablillas podría referirse a un personaje que ya se hizo conocido por el hallazgo anterior: Masclus, quien escribía a su oficial al mando pidiéndole que enviase más provisiones de cerveza a su puesto en el muro. En los caracteres recientemente descifrados, Masclus pide retirarse, «posiblemente por una dolorosa resaca», como publica Maev Kennedy en The Guardian.
La mayor parte de las nuevas cartas están escritas como las halladas anteriormente: con tinta sobre finas láminas de abedul. Pero los expertos están emocionados con una tableta de roble de doble hoja por dos razones: las dos piezas dobladas permiten que el objeto conserve mejor la tinta y el uso de esta madera (no tan abundante como el abedul) indica que esta correspondencia era más importante.
«Este es el hallazgo que he estado esperando durante toda mi vida laboral», dijo Andrew Birley, quien pertenece a la segunda generación de su familia que dirige las excavaciones y el fideicomiso que maneja el sitio cerca de Bardon Mill, en Northumberland, Gran Bretaña.
«Yo era un muchacho de 17 años cuando se encontraron las primeras misivas, y desde entonces cada temporada he esperado -aunque nunca con la verdadera expectativa- que apareciera algo más», cuenta Birley.
Aunque se habían encontrado fragmentos de misivas en todo el sitio a partir de los años setenta, el principal escondite de cientos de cartas fue descubierto en 1992. La mayoría de ellas se conserva en el Museo Británico, y algunas forman parte del fideicomiso de Vindolanda.
Más de 700 tabillas han sido traducidas y publicadas, y el descubrimiento fue declarado el hallazgo arqueológico más importante del Reino Unido, donde las cartas más antiguas datan de unas décadas antes de la construcción del Muro de Adriano. No son tan antiguas como las tablillas de Bloomberg, que fueron escritas dentro de la primera década de la Londres romana, pero son mucho más personales e informales.
Las nuevas tablillas de Vindolanda datan del primer siglo AC y fueron halladas el 22 de junio, en el fondo de una zanja en el nivel más profundo de un fuerte que se construyó y reconstruyó varias veces con pasto, madera y finalmente piedra.
El Ciudadano