Las regiones de O’Higgins y Maule fueron algunas de las más afectadas por los incendios forestales del pasado mes de enero. Se trata de daños especialmente graves, ya que afectaron áreas de importante valor ecológico, cuya recuperación y protección son vitales para mantener los servicios ecosistémicos que proveen a las diferentes comunidades locales.
Es por ello que a partir de un convenio de colaboración entre la Fundación Reforestemos, el Ministerio de Medio Ambiente, la Facultad de Ciencias Forestales y de Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile y la Corporación Nacional Forestal (CONAF), se implementará un plan mediante el cual, en un plazo de tres años, se plantarán 500 mil árboles nativos para que se recuperen zonas afectadas de parques y reservas nacionales, como también monumentos y santuarios de la naturaleza afectados. El objetivo es proteger y recuperar especies en peligro, además de desarrollar un programa de educación y prevención de incendios.
El acuerdo, oficializado por el ministro subrogante del Medio Ambiente, Jorge Canals, la directora Ejecutiva de Fundación Reforestemos, Suzanne Wylie y la decana de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, Carmen Luz De La Maza, se ha propuesto desarrollar e implementar un plan de manejo forestal que busca reforestar con 500 mil especies nativas las zonas afectadas por incendios forestales durante los meses del verano 2017, así como también promover la protección y educación en la prevención de incendios.
“Para nosotros es un orgullo poder ayudar al país con nuestro conocimiento en esta materias, y constituye un reto, ya que actualmente no se cuenta con suficiente información sobre la recuperación y desarrollo para varias de las especies nativas que se quemaron. Estamos seguros que será un gran aporte para el estudio de la recuperación de las especies nativas”, dijo la decana De La Maza.
El Ministro Canals enfatizó sobre la importancia de esta alianza dado que «se alinea con nuestra visión sobre conservación y protección de la biodiversidad, junto a la educación y sensibilización ciudadana en esta materia, donde se conjuga el esfuerzo multisectorial. Es imposible proyectar esta tarea sin la participación del Estado, los privados y la academia”.
A partir del 17 de enero pasado, seis regiones del centro y sur de Chile (entre Coquimbo y Biobío) fueron asoladas por múltiples incendios, llegando a consumir más de 596 mil hectáreas, posicionando a nuestro país en el séptimo lugar del ranking mundial de los mega incendios forestales de la historia. Del total de las hectáreas quemadas, más de 95 mil corresponden a bosque nativo, afectando principalmente al bosque esclerófilo (con especies como quillay, peumo, maitén y espino, entre otras) y al bosque caducifolio, donde se encuentran especies del genero Nothofagus (hualos, robles, ruiles y coigües).