Un hombre en Inglaterra se cansó de los agentes inmobiliarios y no quiso perder tiempo para vender su casa. Así que ideó la mejor manera para poder ofrecerla sin tener que desgastarse (ni desgastar) demasiado.
La vivienda se encuentra muy cercana a lo que es Silverstone, y en época en la que se aproxima el Grand Prix Británico, el ajetreo lo molestó y no quiso más. Pero la casa no es cualquiera, sino que es enorme, por lo que no sacaba nada con poner un pequeño cartel.