El máximo poder para abusar de los sin poder.
Pequeños y niñas, esclavas y esclavos, mujeres del pueblo, incluso enfermos, en manos de los más poderosos.
El sumo poder vs. la ausencia y desnudez de poder de quienes obedecían u obedecen, desde su debilidad, la majestad absoluta, el poder absoluto y sin límites.
Por un lado, los que ostentaban y ostentan, en un segmento todopoderoso de la organización humana, el poder no sólo económico sino el de ser dioses o de ser intermediarios de los dioses con los pobres seres o, al menos, de ser herederos directos e históricos del más conocido y cercano amigo de dios en la Tierra -amigo de dios y asesinado por ello, como Pedro- y por el otro lado las y los indefensos, subyugados incluso por la ideología dominante, por momentos -así es la vida- gustosos de ser violentados.
Se destacan por los abusos cometidos y sus escandalosas orgías, aceptadas y protegidas, los emperadores romanos, ciertas estructuras musulmanas, budistas e hindúes y las altas jerarquías católicas a lo largo de la historia.
Hagamos un breve muestrario.
En los años 1990 la secta hindú Hare Krishna reconoció abusos sexuales practicados con niños en escuelas de esa secta en la India y los EEUU. Hubo muchas víctimas que denunciaron a sacerdotes hindúes de golpearlos y abusar de ellas. Hare Krishna es una rama moderna, fundada en 1966, del hinduismo monoteísta. Cuenta con alrededor de ocho millones de discípulos.
En la época del Imperio romano el emperador Nerón (Año 54) se casó con Sporo, un niño que fue previamente castrado.
En sus inicios como líder religioso (siglos VI y VII) Mahoma pactó su matrimonio con Jadiya, de seis años, hija de su amigo Abu Bakr, a la que desposó a los nueve años, tras su primer ciclo menstrual. Por razones económicas y demográficas la religión musulmana ha permitido un machismo exacerbado y un abuso pedófilo contra las niñas. En algunos sectores musulmanes no hay edad mínima para que las niñas, compradas, contraigan matrimonio y en algunos lugares se considera que ya pueden cohabitar después de la primera menstruación.
El historiador romano Ammiano acusó al emperador Constantino (Año 311) de tener prácticas sexuales con jóvenes castrados pero aún potentes.
Suetonio relata que el emperador Tiberio (Año 14) arregló lugares especiales en la hermosa Isla de Capri para realizar orgías sexuales con niños.
César Augusto (Año 27 AC) prefería participar en esos placeres con niñas esclavas, también bailarinas, llamadas puellae (las puellas).
Varios emperadores romanos se distinguieron por hacer bacanales con niños esclavos que debían practicarles la felación.
Hace pocos años cinco monjes budistas fueron detenidos por la policía de Tailandia tras ser acusados de abusar sexualmente de ocho niños, todos ellos menores de 15 años. Los ataques ocurrieron en monasterios budistas situados en las cercanías de la ciudad de Chiang Mai, al norte de Bangkok. Cuatro de los monjes eran abades, máximos dirigentes de sus monasterios y fueron condenados a 20 años de prisión. En Tailandia, país mayoritariamente budista, los monjes gozan de gran prestigio. En los últimos años muchos de ellos se han visto implicados en consumo de drogas.
En relación a la Iglesia Católica, resulta innecesario, al tratar estos temas, referirse al Papa Alejandro VI, Borgia (siglos XV y XVI), cardenal a los 20 años, Papa desde 1492 (Colón y América), conocido conspirador y tirano, padre de varias hijas e hijos, a quien se le supone conductas aberrantes incluso con Lucrecia, una de sus hijas.
Veamos casos extremos ocurridos en este tiempo.
El 5 de diciembre recién pasado cinco personas, entre ellas dos sacerdotes, fueron detenidas en Mendoza, Argentina,el país del Papa Francisco, imputadas por varios casos de abuso sexual contra niños de un instituto para menores sordomudos. Fuentes policiales informaron que, en primer instante, eran 13 los casos de denuncias incorporados a la causa. Los casos corresponden a niños de entre 10 y 12 años del Instituto Antonio Próvolo para niños hipoacúsicos, de Luján de Cuyo. Los sacerdotes detenidos: Nicolás Corradi de 82 años y Horacio Corbacho de 55, de la Obra de San José. Fueron imputados por abuso sexual, agravado por la guarda, y corrupción de menores, y quedaron presos en la Penitenciaría Provincial de Mendoza.
Poco antes, en 2005, sacerdotes del Pequeño Cotolengo a cargo de menores con retardo mental severo y discapacidad motora severa, abusaron de esos niños enfermos en Rancagua, Chile, y también de un hombre de 37 años con discapacidad intelectual.
Este año, y está hoy en manos de la justicia australiana, el cardenal George Pell, asesor directo del Papa Francisco, nombrado por éste entre los ocho miembros de la cúpula vaticana “nominada por el Papa para gobernar el Vaticano y reformar la Curia” ha sido acusado de múltiples y reiterados casos de abusos sexuales a menores. En esa cúpula de ocho altos dignatarios también está el Cardenal Errázuriz, chileno, involucrado en el Caso Karadima. Las víctimas de Karadima han acusado a Errázuriz de proteger y encubrir a Karadima, condenado hoy por la Iglesia chilena… a rezar.
También hoy, condenado a rezar y objeto de atención en la clínica Pío XI de Roma para desintoxicarse, está el cura secretario del cardenal Francesco Coccopalmerio, del Pontificio Consejo para Textos Legislativos. El cura drogadicto fue sorprendido por la policía italiana en una orgía homosexual con drogas duras que se realizaba en pleno Vaticano, en el Palacio del ex Santo Oficio, donde funcionó la Inquisición, trabajó Ratzinger y está muy cerca de donde vive y trabaja el Papa Francisco.
Es difícil creerle a Francisco, que pronto nos visitará, sus apologías contra los pederastas y otros delincuentes mafiosos, cuando a su vera, nombrados por él, funcionan cardenales pedófilos y es posible contemplar orgías con drogas, en el mismo seno material de una institución que más cerca está de parecerse a las del Imperio Romano, cuya cúpula estaba situada en el mismo lugar en que hicieron de las suyas, sin ser cristianos, Nerón y Calígula.
¿El Papa Francisco podría ser acusado al menos de encubridor?
La pederastia y el estupro no son patrimonios exclusivos de sacerdotes religiosos o de religiones brutalmente machistas, como el Islam en su versión más dogmática y ortodoxa.
En Chile se ha conocido, junto a las costumbres de Karadima, las costumbres y hábitos degenerados de Claudio Spiniak, que de cura no tenía nada.
Se conocen en Australia las víctimas del músico excéntrico Rolf Harris. En el Reino Unido también las de Jimmy Savile, conocido animador de TV. El joven actor de cine Elijah Wood denunció, por su lado, las actuales redes de pedófilos en Hollywood.
Pero Spiniak pasó, al menos, diez años en la cárcel por ello, Rolf Harris fue puesto tras las rejas y Savile también pagó lo suyo, aunque después de muerto.
Karadima, como Marcial Maciel y sus legionarios, y varios más, sólo fueron condenados a su otro placer: rezar.
El actual Papa Francisco, a pesar de sus letanías sin consecuencias, corre el riesgo de suceder a Juan Pablo II en su protección real a los pedófilos y otros degenerados, pero seguramente no pasará a ser canonizado como santo. ¡Dios me oiga!