En Valparaíso se vivió una extensa jornada que comenzó pasadas las 15 horas del martes 18 y culminó en la madrugada del día siguiente – sólo interrumpida por un grupo de religiosos que se puso a cantar en el hemiciclo y luego por un grupo pro aborto- en la que finalmente el Senado aprobó el histórico proyecto de ley de aborto en tres causales: riesgo de vida de la madre -por 20 votos a favor y 14 en contra-, inviabilidad fetal -19 votos a favor y 14 en contra-, y violación -18 votos a favor y 16 en contra.
Cabe mencionar que antes de la segunda y tercera causal, primeramente fueron rechazadas las indicaciones que buscaban eliminarlas, por lo que una vez sucedido estos veredictos, posteriormente fueron aprobadas. Al respecto, la senadora Adriana Muñoz recalcó que «el bien jurídico a resguardar somos las mujeres», mientras en la derecha, el UDI Juan Antonio Coloma y el representante de RN, Alberto Espina, apelaron al Tribunal Constitucional pues a su juicio, las causales incumplían el deber de protección de la vida, consagrado en el artículo 19 número 1 de la Constitución.
En tanto, a primera hora de la tarde, fue desestimada una indicación presentada por el senador DC, Andrés Zaldívar- que entrampó el debate el día anterior- y que señalaba que “no se considerará aborto la acción destinada a salvar la vida de la madre, cuando existiera riesgo vital, si a consecuencia de ello se produjere la interrupción del embarazo”, especificación que fue considerada por Claudia Dides, directora de Miles Chile, como una manera hipócrita para «que el aborto no se llame así».
Finalmente, tras un largo debate, la indicación de Zaldívar fue rechazada por 17 votos a favor y 18 votos en contra, destacando la opción elegida por el senador DC, Ignacio Walker, que se negó a aprobar la idea.
Otro de los aspectos que marcó el debate del proyecto fue la reiteración por parte de algunos parlamentarios de Chile Vamos, de que recurrirían al Tribunal Constitucional con una reserva de constitucionalidad para que fuera allí donde efectivamente se decidiera la suerte del proyecto antes que terminara despachado como ley.- a pesar de que Andrés Allamand (RN) se comprometió a lo contrario, según denunció la senadora Isabel Allende (PS).
No obstante, primó la racionalidad y el llamado de atención de algunos parlamentarios -como Jorge Pizarro(DC) y Lily Pérez(Amplitud)- quienes recordaron que las mujeres, independiente de su postura política, debían dejar de ser perseguidas por escoger abortar.
Antes de culminar la jornada, se acordó aprobar los complementos a la norma, como el programa de acompañamiento, la participación de los padres- o el representante legal- en la autorización de la interrupción del embarazo.