Miles de personas expresaron su apoyo este jueves al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en las principales ciudades del país, a una semana de que se conociera el fallo que lo condena a nueve años y medio de cárcel por supuesta corrupción.
Algunos de los lemas más escuchados por los manifestantes presentes en la avenida Paulista de Sao Paulo fueron: “Unas elecciones sin Lula son un fraude” y “Lula, guerrero, del pueblo brasileño”. Además, hubo concentraciones de apoyo al expresidente en Brasilia, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Curitiba y Porto Alegre, bajo el lema “Democracia con Lula”, según señalan medios locales.
El líder brasileño en un discurso para sus seguidores expresó: “Si tuvieran una denuncia, una prueba de que Lula recibió cinco céntimos, por favor, queme desmoralicen, aprendí a andar con la cabeza erguida por este país y no voy a bajarla, quiero que prueben mi culpa”.
"El trabajador quiere jubilarse" denuncia Lula. @teleSURtv pic.twitter.com/k4iF5ffbaN
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) July 20, 2017
El ex mandatario sostuvo que Brasil necesita un presidente “sin complejos de inferioridad” y que no tenga prejuicios contra los pobres, las periferias, los negros, las mujeres y la población LGBT. Asimismo Da Silva dijo que son “Los pobres son los que mueven la economía de este país, tal vez sea por eso que no los soportan”, en referencia a las élites políticas y económicas que dominan el país.
Por su parte, los manifestantes consideraron que Lula es víctima de una persecución mediática y jurídica para evitar que sea candidato en las elecciones de 2018 y que la izquierda pueda volver al poder.
Temer anuncia un nuevo ajuste en el gigante sudamericano
El Gobierno brasileño anunció este jueves un nuevo recorte en los gastos previstos en el presupuesto de este año, esta vez de 5.900 millones de reales (unos 1.900 millones de dólares), y una elevación de algunos de los impuestos que inciden sobre los combustibles, con el fin de cumplir su meta fiscal.o.
La subida “es absolutamente necesaria” para “la preservación del ajuste fiscal y la manutención de la trayectoria de recuperación de la economía brasileña”, señalaron los ministerios de Hacienda y de Planificación en un comunicado conjunto. El nuevo recorte en los gastos, que el Gobierno señala que “deberá ser compensado por ingresos extraordinarios” aún este año, se suma a otro anunciado en marzo pasado por valor de 42.100 millones de reales (unos 13.500 millones de dólares) de distintas partidas presupuestarias, destaca el portal Infobae.
El Ejecutivo brasilero espera que las medidas sean suficientes para garantizar el cumplimiento de la meta fiscal que se impuso para 2017, cuando espera limitar el déficit público del país en 139.000 millones de reales (unos 44.000 millones de dólares), que equivale a alrededor del 2,0 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Además, se había anunciado en junio que volverá a rebajar la perspectiva de crecimiento del PIB, que en abril pasado era del 0,5 % frente al 1,0 % previsto en los primeros días del año.