No importa cómo terminaron en el interior del cuerpo, si fue por accidente o a propósito, lo cierto es que la naturaleza y el tamaño de estos objetos harán que tu cabeza no lo pueda creer.
Estas son las cosas más raras que los médicos han encontrado en sus pacientes:
1- Teléfono móvil en el recto de un abogado
Un abogado de 39 años de Georgia se estaba duchando con su teléfono celular (porque obviamente esto es lo que la gente suele hacer en la ducha), cuando de repente se resbala y cae sobre el móvil haciendo que este se introdujese por completo por su ano.
O al menos esta es la historia que le contó a los médicos de urgencias. Durante la cirugía, para alegría del abogado, el teléfono sonó un par de veces.
2- Un hombre vive cuatro años con una hoja de cuchillo alojada en la cabeza
Li Fuyan, un hombre de 30 años de la provincia de Yunnan, en el sur de China, se quejó durante años de fuertes dolores de cabeza y de mal aliento. Sospechaba que su sufrimiento tenía algo que ver con el hecho de que en una ocasión fue apuñalado cuando le robaron. Cuando finalmente se sometió a una cirugía, los médicos encontraron y retiraron una hoja oxidada de 10 cm de su cráneo.
Al parecer, el ladrón rompió la hoja cuando apuñaló a Li en la mandíbula inferior derecha y esta se quedó alojada en su cabeza. El hombre nunca se dio cuenta y siguió con su vida agradeciendo que estuviera vivo después del brutal incidente.
3- Abeto creciendo en el pulmón
Aunque pueda parecer una leyenda urbana, es una historia 100% real documentada con radiografías y fotos. Cuando Artyom Sidorkin fue a ver a un médico a causa de un fuerte dolor en el pecho a la vez que tosía sangre, se temía lo peor.
Aunque los rayos X revelaron una formación que se asemejaba a un tumor, cuando los cirujanos abrieron a Sidorkin, en lugar de encontrar un tumor se encontraron un abeto de 5 cm de largo creciendo en uno de sus pulmones. La teoría más extendida entre los médicos fue que el hombre debió haber inhalado una semilla que luego brotó en su pulmón.
4- El remedio fue peor que la enfermedad
Este caso habría sido bastante banal si no fuera por el otro objeto que los doctores tuvieron que extraer del recto del paciente, además del juguete sexual. Al parecer, cuando el vibrador se atascó en el recto, el afectado trató de extraerlo por sí mismo para evitar acudir al hospital y sufrir la humillación que eso conlleva.
Cuando todas sus tácticas fracasaron, pensó en algo que podría ser más eficaz. No se le ocurrió otra cosa que utilizar unas pinzas de ensalada para pescar el escurridizo juguete. Y es que, como se suele decir, las tragedias no vienen solas.
El hombre tuvo la mala suerte de que las pinzas también se le quedaran atascadas en el interior.
5- Una anguila de 50 centímetros recorre los intestinos de un hombre
Un fuerte dolor abdominal hizo que un hombre de 50 años de la provincia de Guangdong, en el sureste de China, acudiera sin fuerzas a un hospital. El examen físico mostró que el hombre sufría peritonitis, sin embargo, lo que la radiografía reveló dejó en shock a los médicos de la sala de emergencias. ¡Podían distinguir la sombra de una anguila!
En un primer momento el paciente relató que se había insertado una anguila por el ano para aliviar su estreñimiento, aunque más tarde admitió que lo había visto en una película porno y que quiso probarlo. Aunque al principio la anguila pudo haberle proporcionado cierto placer sexual, al final se desplazó través de su colon hacia el interior antes de que se quedase atrapada.
Debido al experimento sexual, el hombre tuvo que someterse a una operación que duró toda la noche para que le retirasen la anguila.
6- Una mujer se traga 78 cubiertos
Margaret Daalman, de 52 años, sufría algún tipo de desorden cognitivo. Cada vez que se sentaba a comer prefería tragarse los cubiertos en lugar de la comida. Tanto fue así que llegó a acumular hasta 78 piezas de cubertería en su estómago.
En realidad, esa no fue la primera vez que la mujer fue ingresada en un hospital por tragar tenedores y cucharas. Los médicos no descartan que vuelva a hacer otra visita por motivos similares.
Eso sí, dentro de su extraño gusto, la señora Daalman parecer bastante tiquismiquis, nunca come cuchillos. Algo bastante inteligente a decir verdad, tienes que admitirlo.
7- Una abuela da a luz a un bebé de piedra
Para muchas madres, nueve meses pueden parecer una eternidad. Pues que se lo cuenten a Huang Yijun, una anciana de 92 años de China que esperó 60 años para dar a luz a su “bebé”.
Sin embargo, el bebé que dio a luz no era de carne y hueso, sino de piedra. Este fue un caso médico extremadamente raro, conocida como litopedia que ocurre cuando el óvulo fertilizado se queda atrapado fuera del útero.
En el caso de Huang Yijun, sin embargo, el feto no fue retirado a tiempo y en algún momento de su vida comenzó a calcificarse. Lo cierto es que a pesar de que la extraña protuberancia le causaba molestias, no tuvo el dinero suficientepara retirarla. Y así vivió durante 60 años con un bebé de piedra en su vientre.
8- Una bola de pelo de 4 kilos alojada en el estómago de una chica
Una niña de 18 años de Kirguistán estuvo cercana a la muerte, ya que no podía digerir ningún alimento o beber agua sin estar enferma durante meses. Cuando los doctores de la ciudad de Bishkek la abrieron encontraron una gigantesca bola de pelo.
La masa de pelo había ocupado todo su estómago y la había acarreado la perdida de 18 kilos. Al parecer, la niña sufría un trastorno raro conocido como síndrome de Rapunzel por el cual se come sus propios cabellos de forma compulsiva.
Como el cuerpo humano no produce enzimas capaces de digerir el pelo, la masa creció durante años en su estómago hasta que alcanzó el increíble peso de 4 kilos.
9- La ampolleta para iluminar donde no da el sol
Un tipo llamado Fateh Mohammad que cumplía condena en una cárcel paquistaní por contrabando se acostó en la cama felizmente sin imaginar lo que le estaba por llegar. Ante la aparición de un dolor insoportable y repentino en la parte inferior de su estómago, no le quedó otra que suplicar a los guardias para que lo llevaran al hospital.
Allí los médicos se quedaron perplejos al encontrar una bombilla de gran tamaño en su ano. Por supuesto, teniendo en cuenta las circunstancias, Mohammad se inventó una historia totalmente falta de congruencia pero relativamente aceptable acerca de cómo la bombilla había llegado hasta allí.
Al parecer, el recluso juró y perjuró que debió haber sido drogado y que otros reclusos le metieron la bombilla por el ano sin que él se diese cuenta.
10- Larvas de moscas en el oído de una mujer
Rochelle Harris, de 27 años, comenzó a sufrir dolores de cabeza tremendos tras volver sar de unas vacaciones en Perú. No prestó mucha atención a los dolores hasta que una noche se despertó con un sonido extraño que parecía venir del interior de su cabeza.
Al parecer, además de muy gratos recuerdos, el viaje a Perú también le dejó una colonia de larvas viviendo en su oído. Los cirujanos lograron eliminar un total de ocho gusanos bastante creciditos. Si no hubiesen sido retirados a tiempo, existía la posibilidad de que hubiesen llegado hasta el cerebro y hubiesen causado la muerte de la mujer.
11- Un frasco de perfume de 3x17cm termina en el recto de otro abogado
¿Qué pasa con los abogados? En esta ocasión, un individuo fue internado en un hospital universitario porque se insertó una botella de perfume de gran tamaño hasta fondo del recto.
Cómo no, también tuvo la genial idea de intentar pescar el frasco por sí mismo, pero como podemos imaginar, fracaso estrepitosamente en el intento. A pesar de que tenía el ano completamente hinchado y sanguinolento, los médicos pudieron retirar el objeto con sus manos debidamente enguantadas y así el abogado pudo recuperar su frasco de perfume femenino.
12- Un prisionero oculta 30 objetos en el interior de su recto
O al menos esa era su intención antes de que lo atraparan. Resulta bastante común que los prisioneros escondan cosas que van a necesitar “dentro” en su recto, sin embargo, este tipo debió de establecer un récord.
Nuestro héroe, Neil Lansing, de 34 años, logró empaquetar en un solo condón, 1 jeringuilla, 1 cigarrillo, 1 envase de bálsamo labial, 1 recibo de farmacia, 1 pedazo de yesca, 6 cerillas, 1 cupón y 17 pastillas de oxicodona. Se suponía que este paquete bien lleno de golosinas debería bastarle para ayudarle a pasar la primera semana tras las rejas.
Lo más curioso de esta historia no es la increíble capacidad de su recto a la hora de ocultar cualquier cosa, sino el hecho de que después de que su caso se volviera viral, la marca de preservativos que utilizó obtuvo una publicidad increíble y sus ventas subieron como la espuma.