La ejecutiva que se cambió de género y ocupa un alto cargo empresarial en Chile

Su nombres en la actualidad es Alessia Injoque y su historia inspira a creer en un mundo más tolerante, inclusivo y empático

La ejecutiva que se cambió de género y ocupa un alto cargo empresarial en Chile

Autor: Ines Hazbun

Su nombres en la actualidad es Alessia Injoque y su historia inspira a creer en un mundo más tolerante, inclusivo y empático.

Desde los 14 años se sintió una mujer, se maquillaba y usaba vestidos a escondidas de sus padres, que en varias ocasiones la descubrieron y la castigaron ya que no entendían que su hijo, Alejandro, fuera una mujer transgénero.

No fue hasta pasado los 20 que asumió su identidad, pero para entonces se encontraba casado y como ingeniero industrial en Cencosud, ostentaba una posición privilegiada que se podía venir abajo si cambiaba su sexo, como siempre había querido.

Todos los pasos para el cambio de sexo los acompañó de los consejos de una psicóloga y de la Fundación Iguales. Ellos la asesoraron, pero nunca pudo abandonar su temor a perder su trabajo. “Nunca tuve la expectativa de ser aceptada, pensaba que si algún día se hacía pública mi historia sería porque me despidieron”, reconoció a BioBioChile y en entrevista con revista Qué Pasa.

https://twitter.com/TheMissChile/status/892126702725476352

 

A pesar del miedo decidió dar el paso y su esposa –quien es su pareja hasta el día de hoy- lo acompaño en todo, también recibió el apoyo incondicional de sus compañeros de trabajo y de la empresa. Primero su jefa directa, la subgerenta de sistemas, Verónica Valdés, la abrazó, y sin consultar a superiores, le entregó su apoyo personal. Luego, el tema comenzó a “subir”, algunos dicen que llegando hasta el mismo Horst Paulmann. Todos consultaron por el desempeño profesional de Injoque, y no había nada que reprochar.

Ahora cuenta su historia para inspirar a quienes aún no se atreven a dar el pasó y para demostrar que la sociedad debe aceptar y apoyar a quienes tengan una identidad sexual distinta.

“Existe otro prejucio, que pensamos que la mayoría de la gente es homofóbica y que va reaccionar mal ante una historia como la mía, y en verdad no. La gente escucha y piensa cuando tiene la oportunidad. También hay que cambiar esa idea. No tuve casi reacciones negativas de mi pareja, en mi trabajo y de mis amigos, sólo unos pocos casos. Entonces, puede que a la gente sólo le falte información que les recuerde que somos hijos, padres, hermanos, uno más, que no queremos un trato particular, sólo ser uno más. Si hay oportunidades, la gente puede ser receptiva”.


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano