La Red tiene un nuevo programa llamado «Yo Invito» y una de sus secciones es ‘La Galleta de la Fortuna’, y la cual consiste en sacar unos papeles que proponen temas relacionados con la vida de los invitados y también de la contingencia nacional.
En esta oportunidad, el actor Álvaro Gómez se sometió al juego y tras hablar de «axé», «matrimonio» y «aborto», vino el momento de una impactante confesión.
Ramón Llao le preguntó: «Iglesia católica. ¿Qué significa para ti este concepto?», ante lo cual Gómez respondió: «Creo que, como en la mayoría de las cosas, siempre hay buenas personas dentro de entidades como esa, que pueden ser tan cuestionables. Para mi gusto, la Iglesia Católica deja bastante que desear. Hay un sector que parece efectivamente mafia y tener tanta riqueza en un mundo de miseria me parece muy cuestionable».
Y agregó: «Me tocó estar en un colegio católico y tener una que otra experiencia que te ayuda a cachar que de repente algunos curas no se comportan bien».
Pero eso no fue todo, ya que también hizo un importante aviso al respecto: «Le diría a los papás que tengan mucho cuidado de dónde están llevando a sus hijos y hacer un seguimiento siempre porque hay muchos colegios en que el cura tiene la potestad de ir a la sala, tocar la puerta y decir ‘sabe que quiero hablar con ese niñito porque me interesa analizar no sé qué asunto’ y lo lleva a su oficina. Los profesores no dicen nada y hacen vista gorda a eso».
Finalmente, relató un importante episodio que le tocó vivir a él, y si bien fue enfático en señalar que no le generó ningún tipo de trauma, tras destaparse el Caso Karadima, decidió contarle a su madre: «Yo lo asumí como algo normal, y no fue tan heavy. Siempre tuve harto carácter y era bien desordenado. No tengo idea cómo discriminan ellos para abordar a uno y otro menor. En mi caso, este tipo llega y me dice ‘estoy trabajando con niños vulnerables y de alto riesgo, con problemas de nutrición. Lo que estoy haciendo es comparar masa muscular y el cuerpo de niños que están súper bien alimentados como tú».
Según relata el actor, el cura anotó cosas y luego le pidió tomarle medidas a diferentes partes de su cuerpo, como la espalda, los brazos y las piernas, lo que Gómez ve claramente como un abuso.