Los trabajadores de la salud agrupados en la Confederación Nacional de la Salud Municipal (Confusam) convocaron a un paro nacional el próximo 22 de agosto, para exigir medidas concretas que garanticen su seguridad e integridad personal tras varios episodios de violencia.
La decisión fue avalada por más de trescientos dirigentes del gremio, tras conocerse la violenta agresión hacia una funcionaria en la ciudad de Rancagua donde un individuo intentó estrangularla y sacarle los ojos. «Eso, sumado a la quema del vehículo de una funcionaria en San Pedro de la Paz, en el sur», señalaron a los periodistas los voceros de unas 350 personas reunidas en el Tercer Congreso Nacional Extraordinario de la Confusam.
Debido a las aglomeraciones en los consultorios municipales y muchas veces por la falta de médicos especialistas los pacientes deben esperar horas para ser atendidos y los familiares arremeten violentamente contra los funcionarios de salud, una práctica que se ha hecho común en las últimas semanas.
Continúan en la CUT
La reunión de la Confusam también sirvió para ratificar su permanencia en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Mediante un comunicado, se indicó que “después de un intenso debate posterior a las presentaciones realizadas por nuestras federaciones regionales y al trabajo de grupos, la conclusión principal sobre el tema es que la Confusam debe continuar afiliada a la CUT”.
Sin embargo, reiteraron que en “la central no se cumple con las exigencias que nuestra organización considera esenciales en una central sindical capaz de representar a las y los millones de trabajadores del país como son, democracia, transparencia financiera y autonomía respecto de los partidos políticos”, pese a lo cual continuarían siendo parte por “las magras opciones que plantea desligarse de esa organización y sobre todo, por considerar más acertado continuar dando la lucha por la democratización plena”, agrega el comunicado.