El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró hoy que las tropas del Ejército desplazadas a Río de Janeiro, para contener la fuerte ola de violencia y reforzar la acción de la Policía, permanecerán en esa ciudad hasta 2018.
«Para Río de Janeiro hay una programación extensa, que va, inicialmente, hasta el 31 de diciembre de este año y, después, será ampliada también para el año que viene», declaró Temer en un vídeo divulgado por la Presidencia en las redes sociales.
Las reacciones del crimen organizado a esas acciones, serán combatidas «fuertemente», afirmó el gobernante, quien este domingo se reunió para tratar del asunto con el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien divulgó otro vídeo al respecto.
Temer recordó que el plan nacional de seguridad tiene acciones «más amplias».
Maia, por su parte, calificó como «fundamental» el combate al crimen organizado en Río de Janeiro y destacó los operativos policiales que «continuarán» para desmantelar las bandas de delincuentes y reducir los niveles de criminalidad.
«Paralelo a eso, vamos a recuperar a nuestros jóvenes. Necesitamos recuperar a los jóvenes que fueron atraídos por el tráfico de drogas» y requieren de políticas sociales, resaltó el jefe de Diputados.
Los mensajes de Temer y del titular de la Cámara de Diputados se realizó un día después de que el Gobierno de Brasil movilizó a más de 5.000 efectivos del Ejército y la Policía en favelas del norte y el oeste de Río de Janeiro en un nuevo pulso contra el crimen organizado, principalmente el relacionado al robo de cargas.
En el operativo al menos dos presuntos delincuentes murieron y una veintena terminaron detenidos.
La operación, bautizada como «Onerat» (carga), que cumplía medio centenar de órdenes de detención y se desarrolló en comunidades de los complejos de Jacarepagua, Lins y Sao Joao, fue calificada este domingo por el ministro de Defensa, Raul Jungmann, como «razonable, sin ser espectacular».
El despliegue involucró a unos 3.600 efectivos del Ejército, otros 1.500 de los distintos cuerpos de la Policía, más de 600 vehículos de las fuerzas armadas y setenta blindados.
Por tercera vez en un año, el aumento de la violencia en Río llevó al Gobierno de Brasil a autorizar, la pasada semana, la movilización de hasta 10.000 soldados y agentes de cuerpos de seguridad de otros estados.
La grave crisis económica que ahoga al estado de Río ha contribuido a disparar los niveles de inseguridad, con una media de 20 muertes violentas diarias y 93 policías asesinados en lo que va de año, el último, tiroteado la pasada madrugada dentro de su vehículo.
Solo entre enero y marzo se han contabilizado 1.870 asesinatos en el estado de Río.