Todos critican su indecisión, porque cada algunos años es Ria… y luego vuelve a ser Brad.
La historia de Ria Cooper es única en su país y también en el mundo. Fue la paciente más joven en cambiarse de sexo en Inglaterra, cuando tenía solamente 15 años. Nació como hombre y en la pubertad comenzaron a inyectarle hormonas femeninas y bloqueadores… pero no fue su corta edad lo que la hizo tan conocida, si no lo que decidió años después.
Ria es también la primera en Inglaterra en cambiarse de género ¡TRES VECES! Sí, después del primer proceso se arrepintió y comenzó la transición para volver a ser hombre… y luego, años después, quiso volver a ser Ria.
A los 18 años, tras el primer cambio, decidió que quería volver a ser Brad (su nombre original). Se mantuvo así durante cinco años, y hoy, a sus 23, comienza nuevamente los tratamientos para ser Ria.
Al escuchar su caso por primera vez, muchos la critican por su indecisión, y se unen al argumento de que era muy pequeña la primera vez que tomó la decisión… seguros de que eso es lo que explicaría todo.
Pero aunque no le crean, ella tiene muy clara las cosas, y son bastante distintas. Y aunque no le debe explicaciones a nadie, sí quiso contar lo que le había pasado.
Ella siempre estuvo segura de que quería ser mujer, pero comenzó a tener miedo de que nadie la aceptaría como una. Todos sus cercanos se mostraban confundidos.
“Siempre he sabido que soy mujer. Era todo el resto el que estaba confundido, no yo. Ocupaba maquillaje y tacos desde los 12, y no tenía dudas. Pero sentí tanta presión de la sociedad, que seis años después caí. Estaba desgarrada. Sabía exactamente quién era, pero también quería encajar y ser “normal”. Sólo ahora me doy cuenta de que eso me hacía incluso más infeliz. Ahora seré yo misma… y espero finalmente ser feliz”.
-Ria Cooper-
Además, el tema de encontrar una pareja también fue difícil: se sintió rechazada. Si bien conoció hombres con los que salió, luego, cuando los amigos de éste la conocían, terminaba siendo excluida.
Esos complicados factores gatillaron su decisión.
Pero ahora sabe que no se arrepentirá. Además, decidió pagar su propia operación, sin ningún seguro o dinero del estado, otra cosa que le criticaban. Lo único que le importa es finalmente atreverse a ser feliz sin importar el qué dirán. Si cumple su sueño de encontrar el amor se sentirá contenta, pero si no llega a encontrarlo, de igual manera quiere ser madre.
Y sus seres queridos también han aprendido a vivir el proceso, y la apoyan en todas estas nuevas metas de vida.