Puede que esperes otra respuesta de las Kardashians, si alguna vez le preguntas de qué se arrepienten. Pero no, Kim Kardashian es sincera y tiene una foto en su Instagram que prefiere nunca haber publicado. Así es, ese es su mayor arrepentimiento.
No, no es ninguna selfie en la que salió mal. Tampoco es una publicación que generó críticas a su persona, o a su forma de pensar. Se trata nada más ni nada menos de una imagen que subió hace 3 años, cuando enseñó al mundo el anillo de Kanye West, y se le veía toda su mano.
Lo admitió en conversación con Patrick Starr, para uno de sus videos de YouTube. Allí, se animó a hablar de la vergüenza que sintió al dar a conocer esa foto, y luego verla publicada.
“Uno de los más grandes arrepentimientos que tengo, es la foto que subí cuando me comprometí porque tenía las uñas super cortas. Se hubiera visto mucho mejor si las hubiera tenido más largas”, reveló, sobre la manicure que tenía hecha.
Es que, como se sabe, la foto donde anuncia su compromiso se replicó en todos los portales del mundo, y quedó, para la memoria. No la podrá volver a repetir.