Astrónomos han aportado con una de las pruebas más precisas de la relatividad general hasta ahora, lo que lograron con el seguimiento de estrellas orbitando un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. Una vez más la teoría de Einstein pasa la prueba.
El estudio, publicado en la revista Astrophysical Journal, se enfocó en trazar detalladamente las órbitas de S2, S38 y S55, las tres estrellas de periodos más cortos que orbitan Sagitario A*. El equipo hizo una comparación entre las predicciones de la dinámica newtoniana y la relatividad general, mostrando una clara discrepancia entre las observaciones y la teoría de la gravedad de Newton.
El movimiento de S2 concuerda mucho mejor con Einstein que con Newton. La localización del agujero negro supermasivo y la forma de la órbita de la estrella son un poco diferentes de lo esperado, si se toma la teoría Newtoniana como correcta.
«El centro galáctico realmente es el mejor laboratorio para estudiar el movimiento de las estrellas en un ambiente relativista», dijo Marzieh Parsa, investigadora de la Universidad de Colonia y autora principal del estudio. «Me sorprendió lo bien que pudimos aplicar los métodos que desarrollamos con estrellas simuladas, a los datos de alta precisión para las estrellas de alta velocidad más próximas al agujero negro supermasivo», destacó.
Si bien los resultados son consistentes con la relatividad general, no significa que la teoría de Einstein no pueda ser cuestionada. Otros grupos han observado estas estrellas para comprobar cómo se mantiene la relatividad en el ambiente de prueba más complicado. Las observaciones tienen ambigüedades lo bastante grandes para permitir correcciones a la teoría de Einstein, pero hasta ahora nada ha demostrado la necesidad de hacerlo. La navaja de Occam nos dice que si debemos apostar por una teoría en particular, la relatividad general sigue siendo la opción más sólida. Claro que se necesita más trabajo para determinar si esa es la elección correcta.
«Durante nuestro análisis nos dimos cuenta de que para determinar los efectos relativistas para S2, uno definitivamente necesita conocer con gran precisión la órbita completa», comentó Andreas Eckart, que también es parte del equipo.
La investigación también ofrece nuevas estimaciones sobre la masa de Sagitario A* y su distancia de nuestro planeta. Tiene una masa de 4,7 millones de veces el tamaño del Sol y está a 27.800 años luz de la Tierra.
Por IFLScience
El Ciudadano