Una acepción del término kitsch está relacionada con el asociarlo a cualquier arte que está pasado de moda, una suerte de racconto. Es así como este movimiento en Chile, ha hecho reflotar a figuras como Yuri. Bajo dicho prisma, existen diversas señales que nos permiten aventurar la teoría de los ciclos políticos.
Por ejemplo, cuando la Concertación de Partidos por la Democracia fue derrotada en las urnas por la Alianza Por Chile, claramente se avanzaba en el ciclo. La Alianza por Chile tenía la oportunidad de demostrar lo que muchos creían, es decir, que su problema no era gobernar, pues tenía gente muy capacitada para ello, sino que su problema era acceder a ello. Ahora, otra cosa es con guitarra y se observa que el gran abanico de técnicos y políticos de derecha no era tal, de hecho es claro como Ministros llegan al Congreso y viceversa, así como Alcaldes llegan a Ministerios, es decir, al menos el círculo de confianza es bastante bajo si de nombres se trata.
En dicho contexto de escasez de nombres con voluntad de servicio público, -tanto que hay ministros que pueden durar tres días al preferir sus intereses privados por sobre el cargo público-, o quizás de confianza del Presidente, ha surgido un grado de efervescencia social que hace bastantes años no se veía y las similitudes son tantas, algunas fruto del mal manejo y otras del azar que nombrar algunas es relevante.
Las protestas constantes, marchas multitudinarias, que en el contexto internacional a un Presidente de Chile ya no se le trate con el mismo respeto como el que había sido tradición para los Presidentes elegidos democráticamente en sus giras, es decir, protestas que sigan a un Presidente por Estados Unidos, lo que claramente no es deseable. También es cierto, que no ocurre al grado de rechazar la visita como ocurrió con Pinochet en algún momento, pero incluso al no ser en la misma intensidad, es una similitud que Dios quiera no marque tendencia.
Ahora, los cacerolazos, manifestación ciudadana de descontento que no se apreciaba hace años, también estimuló el recuerdo de otras épocas de polarización.
Otra coincidencia son los apagones, tal y como en plena década de los ochentas, por motivos muy diferentes, pero al fin y al cabo es una similitud en lo que a sensación se trata. El estar horas sin luz eléctrica y que se generan delitos en varias zonas del país en dichas horas, claramente aumenta la sensación de caos y de descontrol que el Gobierno posee de la delincuencia, su principal y abandonada bandera de lucha.
Por otro lado, represión policial con resultado de muerte, tampoco se había visto hace años, actos de violencia como los que han venido a observar organismos internacionales, represión a los medios de prensa, es decir, si antes recorrimos el mundo con el asunto de los 33, hoy somos nombrados por este tipo de actos. En dicho sentido, el Gobierno debe evaluar que la aprobación cercana al 20% a nivel nacional, también es replicable en cierto sentido a la evaluación que se hace en el extranjero.
Más aún, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concedió audiencia a Asesoría Ciudadana , la cual se desarrollará el día 28 de octubre, en la sede de este organismo en Washington D.C. En dicha instancia, Asesoría Ciudadana expondrá, en términos generales, las violaciones de varios derechos humanos en el contexto de las manifestaciones públicas, así como también la cuestionada normativa que las regula.
Es decir, a la fecha, una gestión bruta, ciega, sordomuda como diría Shakira, con un Presidente bipolar como ha señalado Fernando Guillier hace pocos días.
Por lo demás y absolutamente azaroso, pero el buscar cadáveres en el mar, trajo pésimos recuerdos sobretodo a un grupo de chilenos que aún no posee noticias de sus familiares.
Un período de polarizaciones y dolorosos momentos que ojala no sea nuevamente preámbulo de uno de los períodos más grises de nuestra historia republicana.
Por René Fernández Montt