Una querella criminal, patrocinada por el Senador Alejandro Navarro y el Departamento de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), fue presentada el pasado viernes a la Corte Suprema con motivo de buscar responsabilidades en torno a las escuchas telefónicas ilegales denunciadas por dos ex funcionarios de Carabineros.
Una de las denuncias, especificada en la querella, es la interceptación telefónica del embajador de Pakistán, Burhanul Islam, en el marco del montaje realizado al estudiante pakistaní Mohammed Saif Ur Rehman Khan en la embajada de los Estados Unidos en mayo de 2010.
Según fuentes de Panoramas News, medio que dio a conocer las denuncias, las escuchas habrían sido ordenadas por el Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y llevadas adelante por el jefe de la DIPOLCAR (Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros), Bruno Villalobos.
“El ministro acusó a Mohammed Khan de ser parte de una red terrorista y hubo un montaje, digámoslo francamente”, declaró el Senador Navarro luego de interponer la querella. “Creo que el caso demuestra que tenemos un Ministro del Interior que presiona políticamente a los fiscales, y esto claramente está demostrado en el Caso Bombas”.
El abogado de DD.HH. de la CUT, Rubén Jerez, también comentó la acción que pretende nombrar a un ministro de la Corte Suprema para que realice una investigación imparcial de los hechos, afirmando que “estas grabaciones que realiza la policía en Chile, con todas las operaciones que se efectuaron alrededor de ellas, fueron ordenadas desde la embajada de otra potencia extranjera, que es Estados Unidos – desde su estación de la CIA en Chile, podríamos decir”.
“Acá tenemos un Ministro del Interior que no sabemos para quién trabaja”, agregó Patricio Mery, director de Panoramas News. “Tenemos un director de inteligencia de Carabineros que está tratando de atemorizar a los diputados – él (Villalobos) llamó a las 9 de la noche al Presidente de la Comisión de DD.HH. (Sergio Ojeda) para decirle que lo que ellos habían hecho, de recibir a estos ex carabineros, era una falta de respeto (…) Y por supuesto, la prensa independiente está dando la batalla para dar a conocer esto», puntualizó el periodista.
Por Matías Rojas