Debido al aumento de agresiones físicas y verbales, los funcionarios de la salud municipal agrupados en la Confusam convocaron a una jornada de movilización durante este martes. «Son datos de nuestra realidad», apunta Esteban Maturana, quien detecta dos vías por las cuales han incrementado los episodios de violencia en contra de los trabajadores.
«Tiene que ver con las características de un servicio en el que nadie va por su propio gusto, sino porque le duele o molesta algo, tiene temor de morirse o de quedar inválido y eso genera una mayor agresividad en la gente, cuando no encuentran la respuesta que demandan», explica el médico.
Y agrega: «Si a eso le sumamos que el sistema de salud chileno tiene graves complicaciones para poder atender a la gente, porque no tenemos los recursos suficientes debido a la entrega de miles de millones a las clínicas privadas e isapres, en ese escenario la insatisfacción ciudadana crece de manera sustantiva».
El dirigente sostiene que las muertes de personas en lista de espera alimentan la rabia e indignación de los usuarios, quienes terminan por descargar su frustración con el equipo médico. «La violencia ciudadana y la justificada rabia no se dirige hacia las autoridades de Gobierno, sino que hacia nuestra gente», comenta.
Incluso, a fines de julio, un hombre de 27 años intentó estrangular a una enfermera del Cesfam 1 de Rancagua, luego de ser trasladado por sus familiares al constatar que se había provocado lesiones.
Maturana cuenta que Carabineros demoró 50 minutos en llegar al lugar y que «la única forma de detenerlo fue con los usuarios, quienes haciendo uso de un extintor, lograron contener a esta persona que estaba agrediendo a nuestra funcionaria».
Presencia policial y coordinación
«Necesitamos presencia policial en nuestros servicios de urgencia, al igual que en las postas hospitalarias», responde Maturana al ser consultado por las ideas de Confusam para enfrentar la creciente violencia hacia sus funcionarios.
El presidente de la Confederación fundamenta el requerimiento policial por la atención «a personas detenidas por Carabineros, que a veces son muy agresivas y violentas. A veces sus cómplices intentan rescatarlos a punta de balas, cuchillazos, pedradas y patadas».
Por otro lado, el dirigente advierte sobre la necesidad de implementar protocolos de seguridad, botones de pánico y una «campaña orientada a los usuarios para mantener el debido trato con nuestros trabajadores».
Maturana aprovechó de hacer un llamado a los alcaldes para que se sumen a la demanda de los funcionarios de la salud, «en orden a que si hay una acción agresiva contra nuestra gente, ellos se tienen que hacer parte de las acciones judiciales. Hoy no lo hacen, y por lo tanto, habrá que buscar una fórmula legal que sancione a aquellos alcaldes que no cumplen con esta medida».
Adicionalmente, los funcionarios solicitan al Gobierno coordinar con Carabineros y alcaldes «un mecanismo que garantice la protección adecuada del personal».