El nuevo fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, dijo hoy que las denuncias de su antecesora, Luisa Ortega, que asegura tener «muchas» pruebas de corrupción contra los principales dirigentes chavistas y contra el presidente Nicolás Maduro, no tienen validez.
«Estamos hablando de una exfiscal general que obviamente fue removida del cargo por haber cometido faltas graves contra la moral, contra la ética», dijo Saab tras reiterar sus denuncias contra la exfuncionaria por supuestamente liderar una red de extorsión durante sus 10 años en el cargo.
Durante una declaración a periodistas en Caracas, el fiscal venezolano criticó que Ortega haya esperado una década para hacer públicas sus denuncias contra altos dirigentes de la llamada revolución bolivariana, de la que se distanció en los últimos meses por una supuesta ruptura del orden constitucional.
«Diez años después y fuera del país vas a venir a hablar de lo que no hiciste, de lo cual fuiste cómplice (…) carece de toda validez lo que pueda decir una exfiscal general que en casi 10 años no impulsó una acción contra ninguno de los personeros de los que ella ahora habla», prosiguió Saab.
La exfiscal venezolana abandonó su país tras ser acusada de traición e inmoral por el Gobierno y destituida por la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC), integrada únicamente por oficialistas, que designó en su cargo a Saab, una ficha leal al chavismo gobernante.
«Ahora es una turista mundial, habrá que ver quién soporta logísticamente todos esos viajes con un séquito cada día más grande», dijo el fiscal en alusión a las visitas que ha hecho Ortega a Colombia y Brasil, según ella, para entregar las pruebas de varios delitos que involucran al Ejecutivo venezolano.
Saab señaló que la exfuncionaria ha debido consignar esas pruebas ante la Justicia venezolana, pero ella ha dicho que en el país no hay posibilidad de que estas denuncias prosperen pues, afirma, el Poder Judicial está subordinado al Gobierno.
El fiscal considera que su antecesora «tiene el repudio nacional» en la actualidad y busca hacer «propaganda para difamar» con sus recientes viajes «como una promotora de la vergüenza y de la ignominia».
Ortega atribuyó hoy su destitución y la persecución política que dice sufrir en Venezuela «al afán de esconder los hechos de corrupción» de los que, asegura, tiene «muchas pruebas» y a las investigaciones que adelantaba sobre los sobornos pagados por la constructora Odebrecht a varias autoridades.
«Tengo pruebas en el caso Odebretch que comprometen a Maduro, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez y otros», afirmó Ortega en la ceremonia de apertura de una reunión de fiscales de los países del Mercosur en Brasilia, donde dijo que quería denunciar ante el mundo la situación de «corrupción desmedida» en Venezuela.