La del samurái tomándose selfies es mi favorita.
No podemos negar que cuando estábamos en el colegio había momentos en los que realmente estábamos tan aburridos que afloraba nuestro lado creativo, sobre todo artístico. Estos 15 alumnos, sin duda, hicieron un gran trabajo en convertir sus libros “educativos” en lo que ellos quisieran. ¡Aplausos por tanto talento!