Con la presencia de un centenar de asistentas y académicos de diversos países del Cono Sur, se dio inicio al Séptimo Seminario académico internacional sobre Procesos Cooperativos e Iniciativas Económicas Asociativas (Procoas), desarrollado entre el 13 y 14 de octubre con el título: “El Rol de La Economía Social y Solidaria en la Superación de la Pobreza”.
Inaugurado por el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, el evento congregó también a destacados economistas y organizaciones pertenecientes a la economía solidaria y el mundo cooperativo.
“No hay una receta mágica que resuelva de una vez y para siempre los problemas del subdesarrollo y de la pobreza, pero es evidente que si se quiere avanzar en procesos de crecimiento sustentable, inclusivos y con equidad, esto solo puede hacerse a través de cada vez más amplios procesos participativos y en donde las personas y la sociedad civil organizada tengan un rol como protagonistas y no como simples beneficiarios pasivos”, expresó Zolezzi en su discurso de apertura.
“Si a este proceso creciente y necesario de participación ciudadana se agrega la incorporación de una democratización de las organizaciones económicas, a través de la creación y promoción de empresas de lo que se ha denominado economía social y solidaria, esteremos frente a un proceso de desarrollo que con seguridad estará marcado por la solidaridad y la inclusión social”, agregó el Rector, quien destacó ante los presentes el desafío que ha significado para la historia de la Universidad de Santiago de Chile el tema de la inclusión social, lo que llevó entre otras iniciativas a la creación en 2009 del Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa, Ciescoop, dependiente de la Facultad de Administración y Economía (FAE).
Junto con señalar la relevancia de la temática del encuentro, el rector Usach recordó también que el seminario se desarrolló en el marco de celebración de los 20 años de la Asociación de Universidades del grupo Montevideo, AUGM, red en la que participa la Usach “y que ha significado una enriquecedora experiencia colectiva de colaboración interuniversitaria a nivel del cono Sur de América Latina, y a la cual la Universidad de Santiago de Chile se ha sumado con fuerza desde sus inicios”, enfatizó Zolezzi.
En tanto Jorge Friedman, Vicedecano de la FAE, destacó la relevancia de contar en la Universidad con un seminario académico de la envergadura de Procoas “donde ejerceremos nuestro rol líder en investigación”.
Junto con destacar algunas cifras que demostraron la inequidad aún presente en la distribución del ingreso a América Latina y en Chile, Friedman expresó que la interacción económica con lo social siempre es compleja, pero que una de sus finalidades era la promoción social. “La idea es que los hijos de los pobres no mueran pobres y que sus nietos no nazcan pobres”, recalcó.
Diego Barrios, docente de la unidad de estudios cooperativos del servicio central de extensión de la universidad de la República de Uruguay y coordinador del comité académico de procesos cooperativos, felicitó a los y las asistentes por su interés en la economía social y solidaria, esperando un exitoso seminario.
También destacó el espíritu con el que nació la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo “que coincidió con la creación del Mercosur y que hoy es un referente en política educativa y trabajo académico en Latinoamérica”.
ECONOMIA SOCIAL Y SOLIDARIA
En la conferencia inaugural del evento, se contó con la presencia del socioeconomista chileno Luis Razeto, quien se refirió a la superación de la pobreza mediante una clase magistral respecto de la pobreza y las vías para superarla.
“La pobreza no siempre está en el bolsillo ni en el estómago, está en la mente. No quiero decir con esto que sea subjetiva porque es real, pero sí que es inherente a las personas y se expresa en un estado de conciencia. La verdadera pobreza es la carencia de recursos para hacer frente a las propias necesidades fundamentales”, indicó en su alocución.
Razeto destacó que existen distintos tipos de pobreza. Entre ellas la pobreza aprendida, que es la más extendida y de la que cuesta mucho salir.
Para el académico, quienes reciben ingresos de caridad satisfacen sus necesidades pero sin hacer nada o muy poco de su parte. “Al respecto, me atrevo a afirmar que las ONG, el Estado y la Iglesia son reproductores de pobreza”, dijo. Y también está la pobreza de la clase media, que cuando pierde su empleo se vuelve pobre. “Eso significa que desde que trabajaban eran pobres y no lo sabían. Y lo peor, es que no aprovecharon lo que aprendieron para superarse”, teorizó el socioeconomista.
Para Razeto, la economía solidaria es una vía eficiente y que realmente sirve para enfrentar y superar lo que se considera habitualmente condición de pobreza.
“Lo primero es dejar de pensar en las personas como pobres. Tanto de quienes apoyan como los que son apoyados. Hay que poner atención en lo que hacen para enfrentar sus problemas y como lo hacen, descubrir sus potencialidades. Pensar en las carencias es pensar en una necesidad, como un vacío que debe ser llenado por otro. Pero partir de los recursos es pensar en las necesidades como energías o fuerzas”, concluyó
En tanto, Ignacio Irarrázaval, director del centro de políticas públicas de la PUC, se refirió a los resultados de un estudio conducido por la Universidad respecto a la superación de la pobreza.
“En él descubrimos que los pobres tienen capacidad de salir adelante, pero requieren de estructuras de mediación que les permitan salir de eso, que pueden ser la familia, la asociatividad, cualquier medida que les facilite el acceso a mercados. El desafío es alcanzar ese gran potencial sin crear dependencia ni asistencialismo, por un lado, pero tampoco es la idea que exista un darwinismo social donde solo los que puedan subsistir dejen de ser pobres”, explicó Irarrázaval.
Sergio Fernández, destacado cooperativista nacional y presidente de la cooperativa de ahorro y crédito Financoop, lamentó que la riqueza mundial aumentase “en términos absolutos y las diferencias también”.
“El mayor problema del modelo actual es que deteriora la cohesión social y que rompe la solidaridad entre estamentos. Hay que fortalecer instrumentos capaces de ayudar a los más débiles porque solos no pueden luchar. El mercado no puede ser la única referencia”, recalcó.
Antonio Cruz, académico brasilero de la Universidad de Pelotas, por su parte recordó que existen personas pobres en riqueza material, pero que son humanamente ricas, y destacó “el rol que debe asumir el Estado para garantizar un mercado más justo para que todos, grandes y pequeños, puedan funcionar en igualdad de condiciones. La solidaridad es lo que otorga sustentabilidad a los grupos humanos”, agregó.
Publicado en www.ciescoop.usach.cl