El Ciudadano elaboró un listado a partir de información obtenida al amparo de la Ley de Transparencia y luego de cotejar nombres con el espacio de memorias “Londres 38”. Se analizaron registros en poder de la Policía de Investigaciones, la Subsecretaría de Derechos Humanos y el Museo de la Memoria.
Una parte ínfima del largo historial criminal de los prófugos se expone a continuación.
1. Ricardo Víctor Lawrence Mires
Este coronel jubilado de Carabineros encabeza la lista de los más buscados por la PDI. Con el apodo de «Cachete Grande», integró la Brigada Caupolicán de la DINA, a cargo de reprimir al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Desde Villa Grimaldi, bajo la dirección del Brigadier Pedro Espinoza Bravo, comandó al grupo “Águila”, cuyos miembros fueron conocidos como “Los Guatones”.
En la justicia admitió la aplicación de corriente eléctrica a los detenidos, con un magneto y un catre metálico para amarrar a las víctimas. Interrogado por los desaparecidos, afirmó que el jefe de la DINA, Manuel Contreras, y Augusto Pinochet, debían conocer su paradero, criticándolos por «no dar la cara».
Fue condenado por los secuestros calificados de Miguel Ángel Acuña Castillo, Francisco Eduardo Aedo Carrasco, Jorge Elías Andrónico Antequera, Juan Carlos Andrónico Antequera, Jaime Mauricio Buzio Lorca, Mario Eduardo Calderón Tapia, Cecilia Gabriela Castro Salvadores, Rodolfo Alejandro Espejo Gómez, Albano Agustín Fioraso Chau, Gregorio Antonio Gaete Farías, Mauricio Edmundo Jorquera Encina, Isidro Miguel Ángel Pizarro Meniconi, Marcos Esteban Quiñones Lembach, Jilberto Patricio Urbina Chamorro, Aldo Gonzálo Pérez Vargas, Carlos Fredy Pérez Vargas, Ariel Martín Salinas Argomedo, Carmen Cecilia Bueno Cifuentes, Jorge Hernán Müller Silva, Luis Eduardo Durán Rivas, Eduardo Humberto Ziede Gómez, Eduardo Enrique Lara Petrovich, Enrique Segundo Toro Romero y José Caupolicán Villagra Astudillo.
Como víctimas del mismo delito de lesa humanidad, aparecen Luis Alberto Guendelman Wisniak, Héctor Marcial Garay Hermosilla, Ismael Darío Chávez Lobos, Jorge Alejandro Olivares Grandorge, Juan Carlos Perelman Ide, Juan Rosendo Chacón Olivares, María Angélica Andreoli Bravo, María Cristina López Stewart, Pedro Enrique Poblete Córdova, Rodrigo Eduardo Ugas Morales, Rubén David Arroyo Padilla, Teobaldo Antonio Tello Garrido, Washington Cid Urrutia, Zacarías Antonio Machuca Muñoz, Félix Edmundo Lebrecht Díaz-Pinto, Bárbara Gabriela Uribe Tamblay, Francisco Edwin Van Yurick Altamirano, Alfonso René Chanfreau Oyarce, Alejandro de la Barra Villarroel, Ana María Irene Puga Rojas, Marcia Bernardita Scantlebury Elizalde, Jesús Clara Tamblay Flores, entre otros.
2. Pedro Javier Guzmán Olivares
Miembro de la Brigada Antisubversiva de la CNI que operó con la chapa de “Roberto Téllez Fuentes”. Previo a dedicarse a reprimir al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) formó parte del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE). Fue involucrado en el crimen del periodista José Carrasco Tapia, cometido en venganza por el atentado contra Pinochet.
Coronel en retiro, fue condenado como autor de las torturas sufridas por Cristina Jeannette Miranda Osorio, Manuel René Moreno Torres, Víctor Hugo Cárdenas Díaz, Alexis Orlando Contreras Díaz, Juan Carlos Durán Fuentes, Sergio Enrique Cabello Romo, Julian Arnaldo Valdés Recabarren, Kristel Leonie Waleska Dossow Teillier, Víctor Manuel Jofré Valenzuela, Flor María Muñoz Meriches, Alejandro Fredy Almonacid Sandoval, Raúl Orlando Calfulen Quintrequeo y Rodrigo Antonio Cárdenas Neira.
También fue sentenciado como autor de los homicidios de Ana Alicia Delgado Tapia, Juan Manuel Varas Silva, Felipe Segundo Rivera Gajardo y Marcelino Carol Marchandon Valenzuela. Además, como copartícipe del crimen de Jecar Antonio Neghme Cristi, miembro del MIR.
3. Juan Eduardo Rubilar Ottone
Dirigió la Brigada Antisubversiva de la CNI a partir de 1984. Oculto bajo el nombre operativo de «Capitán Lira», ejerció el mando de 25 agentes, entre ellos, los hoy prófugos Reimer Kohlitz y Pedro Guzmán. Su superior en el organismo fue Álvaro Corbalán, actualmente preso en Punta Peuco.
Ex oficial de Ejército, registra condenas como autor de los homicidios calificados de Enzo Muñoz Arévalo y Héctor Patricio Sobarzo Núñez, motivo por el cual pesa una orden de detención en su contra, despachada el 4 de agosto de 2015.
En el proceso dijo que las víctimas fueron seguidas con posterioridad a un atentado efectuado en contra del cuartel de la BIE, en Alameda con García Reyes. El inmueble es colindante con la ex Academia de Guerra del Ejército que sirvió de cuna para la infame Operación Cóndor en los ’70s, y desde él salieron los verdugos del sindicalista Tucapel Jiménez.
Según la versión del régimen, la CNI detectó la presencia de los sospechosos en un vehículo que transitaba por Avda. José Pedro Alessandri, a metros de la Rotonda Departamental, generándose un enfrentamiento que provocó la muerte de ambos. El Informe Rettig determinó que el relato no era veraz, y que en realidad fueron secuestrados y baleados indefensos.
4. Luis Arturo Sanhueza Ros (capturado el 26 de agosto de 2017)
Ingresó dos años después del golpe de Estado a la Escuela Militar. Conocido también como «El Huiro» y «Ramiro Droguett», Sanhueza reconoció haber participado en la muerte de miristas en Neltume. Desde 1981 trabajó en el Cuartel Borgoño, formando parte de las huestes de la CNI.
Entrada la democracia, durante la investigación del crimen del ex químico de la DINA, Eugenio Berríos, señaló haber pasado a la clandestinidad, resguardado en el extranjero por un escuadrón secreto de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), a cargo del oficial Maximiliano Ferrer Lima.
Tras permanecer refugiado con su familia en Argentina y Uruguay, optó por temor a alejarse de sus custodios y declarar en tribunales, donde también se le acusó por la fría práctica de arrojar detenidos en las costas de Quintay.
Fue condenado como homicida de Fernando Gabriel Vergara Vargas, Juan Elías Espinoza Parra, Julio Arturo Guerra Olivares y Gonzalo Iván Fuenzalida Navarrete, y por el secuestro calificado de Julio Orlando Muñoz Otarola, José Julián Peña Maltés, Alejandro Alberto Pinochet Arenas y Manuel Jesús Sepúlveda Sánchez. Finalmente, como coautor del crimen de Jecar Neghme Cristi.
5. Reimer Eduardo Kohlitz Fell
Prófugo por el delito de homicidio en la causa rol 2182-98, episodio Enzo Muñoz Arévalo, de la Corte de Apelaciones de Santiago, según los registros de la PDI. Su detención fue ordenada por el ministro Mario Carroza el 9 de octubre del año 2015.
Vistió uniforme en el Ejército y era teniente cuando la brigada exterminadora a cargo del también evasor de la justicia Rubilar Ottone acabó con la vida de Enzo Muñoz y Héctor Sobarzo en un falso “enfrentamiento”, sello que marcó las acciones de la CNI.
Su presencia en el lugar fue indicada por la oficial de Carabineros Dina Petric Meneses, funcionaria de la CNI que, tal como reveló El Ciudadano en su edición digital, figura como miembro del cuerpo docente de la Escuela de Suboficiales de la policía uniformada con la especialidad de inteligencia, desempeñándose paralelamente como relacionadora pública del establecimiento al año 2017.
Identificado con la chapa de «Eduardo Covarrubias», Kohlitz negó haber participado en los ilícitos. Sin embargo, el magistrado desestimó sus dichos.
6. Armando Fernández Larios
Aunque lleva años fuera del país, aparece en el listado entregado a El Ciudadano por la PDI. Participó en la temida Caravana de la Muerte, involucrada en las matanzas, torturas y vejámenes que mancharon con sangre y dolor las ciudades nortinas.
Luego de ingresar a Estados Unidos en 1987, el ex mayor de la DINA del “Mamo” se declaró cómplice del atentado bomba que le cobró la vida al ex diplomático allendista Orlando Letelier en Washington DC. Habría entregado a la justicia norteamericana evidencia suficiente para comprobar la participación de Contreras en la masacre, y a cambio recibió protección del Departamento de Justicia de ese país.
Tal como descubrió un equipo de Ahora Noticias, Fernández vive actualmente en Florida, en el balneario de Marco Island, donde tiene una casa que arrienda por 700 mil pesos semanales, dedicado a los negocios.
En Chile, la Corte Suprema pidió su extradición por los delitos de secuestro agravado y homicidio calificado de Manuel Sanhueza Mellado, acaecidos en Pisagua en julio de 1974. También se reclama a EEUU su entrega como implicado en la muerte del funcionario español de la Cepal, Carmelo Soria, junto al sicario protegido por el FBI Michael Townley, y el terrorista cubano Virgilio Paz.
7. Demóstenes Eugenio Cárdenas Saavedra
Funcionario civil de la FACH que perteneció a la DINA. Fue condenado en calidad de cómplice por los secuestros calificados de Modesto Segundo Espinoza Pozo y Roberto Enrique Aranda Romero, ocurridos en Santiago entre el 22 y 23 de agosto de 1974, junto a Manuel Contreras y Miguel Krassnoff.
Modesto Espinoza, militante del MIR, fue llevado al centro de detención “Cuatro Álamos”, ubicado en calle Canadá de Santiago, a la altura del 3000. Al igual que muchos otros, fue llevado a los cuarteles clandestinos de Londres 38 y Villa Grimaldi, para ser sometido a interrogatorios.
El mirista se convirtió en otra víctima del montaje conocido como Operación Colombo, al aparecer en el listado de 119 personas que publicó la prensa chilena cómplice del régimen y la revista Novo O’Día de Curitiba, Brasil. En ellos se dio cuenta que Espinoza y otros miristas habían fallecido por rencillas internas, como parte de la estrategia de desinformación desplegada por la DINA en el exterior.
Se desconoce el paradero de Cárdenas desde agosto de 2009, cuando en la causa rol Nº 2182-98, el ministro Mario Carroza de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó su detención.
8. Leonidas del Carmen Bustos San Juan
Ex funcionario de Carabineros de Chile condenado el 13 de octubre de 2016 por los homicidios calificados de los pobladores Ramón Bernardo Beltrán Sandoval, Carlos Alejandro Ibarra Espinoza, Juan Luis Inostroza Mallea, Rodolfo Ismael Rojas González y Abraham José Romero Jeldres.
En tribunales admitió su participación como autor material de los crímenes perpetrados entre el 26 y 27 de septiembre de 1973 en Quilicura, “toda vez que forma parte del grupo de carabineros que retira de la unidad policial a los detenidos, también es de aquellos que los traslada al sector de Portezuelo y se integra al grupo que culmina su acción, disparando”, reza la sentencia.
Bustos formaba parte de la tenencia Eneas Gonel Marín y participó en redadas junto a policías de Investigaciones y miembros del Ejército. Según el fallo, en cumplimiento de órdenes emitidas por un oficial jefe, los detenidos fueron subidos a una camioneta, bajados, obligados a arrodillarse y a resistir disparos en todo el cuerpo, algunos directamente en el cráneo.
9. Carlos Humberto Minoletti Arriagada
Mayor en retiro del Ejército que habría huido del país. Se le busca por el secuestro de Leopoldo García Lucero, militante del Partido Socialista que apoyó al gobierno de la Unidad Popular. El exiliado pasó, entre otros, por el Estadio Nacional y el campo de prisioneros de Chacabuco, ubicado en la Región de Antofagasta, donde Minoletti ejercía como oficial de seguridad.
El agente fue procesado en el caso de la Caravana de la Muerte de Calama por el ministro de fuero Hernán Crisosto, como coautor del delito de homicidio calificado en las personas de Mario Arguellez Toro, Carlos Berger Guralnik, Haroldo Ruperto Cabrera Abarzúa, Jerónimo Jorge Carpanchai Choque, Bernardino Cayo Cayo, Carlos Alfredo Escobedo Caris, Luis Alberto Gahona Ochoa, Daniel Jacinto Garrido Muñoz, Luis Alberto Hernández Neira, Manuel Segundo Hidalgo Rivas, Rolando Jorge Hoyos Salazar, Domingo Mamani López, David Ernesto Miranda Luna, Hernán Elizardo Moreno Villarroel, Luis Alfonso Moreno Villarroel y Rosario Aguid Muñoz Castillo.
En la misma calidad, se le procesó por las muertes de Milton Alfredo Muñoz Muñoz, Víctor Alfredo Ortega Cuevas, Rafael Enrique Pineda Ibacache, Carlos Alfonso Piñero Lucero, Sergio Moisés Ramírez Espinoza, Fernando Roberto Ramírez Sánchez, Alejandro Rodríguez Rodríguez, Roberto Segundo Rojas Alcayaga, José Gregorio Saavedra González y Jorge Rubén Yueng Rojas.
Asimismo, se le condenó por desenterrar cadáveres y lanzarlos al mar en la operación denominada “Retiro de Televisores” para encubrir los hechos, delitos de exhumación ilegal que cometió en contra de Mario Arguellez Toro, Carlos Verger Guralnik y Haroldo Ruperto Cabrera Abarzúa, entre otros.
10. Walter Ludwig Klug Rivera
Oficial en retiro del Ejército que integró las filas del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y pasó por la Escuela de las Américas de Panamá. Supervisó la caballeriza del Regimiento Los Ángeles transformada en campo de prisioneros.
Según la PDI, reviste calidad de prófugo en base a una orden emanada de la Corte de Apelaciones de Concepción, impartida por el ministro Carlos Aldana Fuentes el 22 de septiembre de 2015, en causa rol Nº 13.886.
Fue sentenciado como cómplice de los secuestros calificados de Manuel Antonio Aguilera Aguilera, José Óscar Badillo García, Mario Omar Belmar Soto, Abel Carrasco Vargas, José Abel Coronado Astudillo, Plutarco Enrique Coussy Benavides, Bernardo Samuel Meza Rubilar, Domingo Antonio Norambuena Inostroza, Mario Samuel Olivares Pérez, Benjamín Antonio Orrego Lillo, Wilfredo Hernán Quiroz Pereira, Alamiro Segundo Santana Figueroa, Manuel Sepúlveda Cerda, Luis Leopoldo Sepúlveda Núñez, Exequiel del Carmen Verdejo Verdejo, Luis Eduardo Vergara Corso y Juan Miguel Yáñez Franco.
En la misma calidad, se le condenó por los homicidios calificados de César Augusto Flores Baeza, Víctor Jerez Meza, Juan Eladio Ulloa Pino y Víctor Adolfo Ulloa Pino.
Fotografías cortesía del espacio de memorias «Londres 38»
*Esta publicación fue realizada en la Edición Nº 215 de El Ciudadano (versión impresa), correspondiente a los meses de agosto-septiembre de 2017.