Desde el momento en que el humano descubrió que podía evolucionar se ha estado preguntando: ¿qué vendrá luego?, ¿podremos volar?, ¿vivir sin dormir? ¿Quizás hasta respirar bajo el agua?
El geólogo y antropólogo escoces Dougal Dixon se ha preguntado lo mismo, y no solo eso, se ha convertido en pionero de la evolución especulativa con su libro Man After Man (que puedes encontrar en Amazon) con el que de seguro le ha puesto los pelos de punta a más de uno, pues sus escalofriantes predicciones sobre las razas humanas y todas las modificaciones que éstas podrían sufrir, sin duda te hacen temerle al futuro.
Las razas humanas que podrían existir según Man After Man
Dixon pretende determinar mediante la ficción, dónde la evolución llevará a la especie humana en los próximos 5 millones de años. Él incluye diferentes variables, como la llegada de otra era glacial, la inversión del polo magnético del planeta y la intromisión humana a través de la ingeniería genética.
La mayoría de las variedades parecen ser organismos de agua o criaturas que funcionan por simbiosis, pues según el autor el daño que habremos causado será tal que el humano no podrá funcionar en su ‘forma natural’ y tendrá que fusionarse con otras especies o mejorarse por medio de la tecnología para soportar las condiciones de la tierra.
Propone que eventualmente el humano –o lo que queda de sí- tendrá que adaptarse al frío y vacío espacio para sobrevivir como especie. Este tipo de humano lo denomina Vacumorfo y se ve como una criatura sacada de la película Alien.
Cerca del final del libro, la mayoría de los habitantes de la Tierra se marchan o desaparecen, dejando sólo una especie marina que vive en el fondo del océano, aunque algún día (según el libro) Eventualmente dejaría el agua y se convertiría en la nueva especie dominante en el planeta.
Esta antropología del futuro pone en perspectiva nuestra propia trayectoria evolutiva, en el –improbable- caso de que no nos condenemos a nosotros mismos a la extinción. Y además nos deja una gran enseñanza, que se ha vuelto casi una ley de la tecnología moderna: Si no controlamos a nuestras creaciones, éstas se revelarán contra nosotros de la peor manera posible: destruyéndonos.