Las fuerzas aéreas de Seúl y Washington ensayaron hoy bombardeos a objetivos norcoreanos en un área próxima a la frontera entre las dos Coreas, en una exhibición de fuerza dos días después del último lanzamiento de un misil por parte de Pyongyang.
En las maniobras participaron cuatro cazas furtivos F-35B, dos bombarderos estratégicos estadounidenses B-1B y varios cazas surcoreanos F15, un ejercicio conjunto de alto perfil concebido como advertencia a Corea del Norte, según informó el Ejército del país asiático.
El ejercicio «demuestra la absoluta determinación de los aliados para plantar cara a las provocaciones del Norte que amenacen a la paz regional y global», señaló el comandante de las fuerzas aéreas surcoreanas Won In-chul, en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Varios cazas nipones y bombarderos estadounidenses de largo alcance basados en la isla de Guam también intervinieron en las maniobras, lo que supone un nivel de efectivos sin precedentes, según la misma fuente.
Estos «ensayos de ataques de precisión a instalaciones clave norcoreanas» tuvieron lugar en la provincia surcoreana de Gangwon, al noreste del país y fronteriza con el Norte.
Estos ejercicios llegan dos días después de que Corea del Norte realizara su último ensayo con un misil balístico que sobrevoló Japón, y en la misma jornada en que Washington y Seúl concluyeron sus amplias maniobras militares anuales Ulchi Freedom Guardian.
Estas maniobras, paralelas a los bombardeos ensayados hoy, suelen generar fuertes protestas de Pyongyang, ya que el régimen que lidera Kim Jong-un las considera un simulacro de invasión de su territorio y las emplea como justificación para sus continuados ensayos armamentísticos.
El lanzamiento de un misil balístico el pasado martes hacia aguas del Pacífico fue una «advertencia» para el país norteamericano y un «preludio» de un eventual ataque a la isla de Guam, según Pyongyang.