Interpelaciones: ¿De qué sirvieron? ¿Qué fue de los interrogados?

Hoy se realizará la séptima interpelación a un ministro del gabinete de Bachelet. Por tercera vez toca a un Ministro del Interior. Una breve revisión de los casos anteriores dan cuenta de cómo esta herramienta ya no sirve para nada.

Interpelaciones: ¿De qué sirvieron? ¿Qué fue de los interrogados?

Autor: Javier Paredes

Este martes se realizará la séptima citación de un ministro en ejercicio del actual gobierno de Michelle Bachelet al Congreso. La interpelación al DC y Opus Dei, Mario “Peta” Fernández, será la segunda en su contra y la tercera realizada a un Ministro del Interior del actual mandato. Será en paralelo a la definitoria fecha futbolística en que la selección chilena se juega su clasificación al mundial contra Bolivia. Los datos expuestos connotan la desvalorización de la herramienta, que pareciera ya ni siquiera ser útil como despliegue mediático.

Y es que las más altas figuras políticas del Ejecutivo han sido citadas a responder ante la función fiscalizadora de la llamada Cámara Baja. Interpelados por sendas figuras de la oposición, puestos también en primera fila, bajo los focos y en las portadas… ¿qué ha pasado con ellos?

Interpelados e interpeladores no han quedado ni tan dañados ni se han proyectado como figuras de tonelaje o trascendencia política. Por el contrario, pareciera que engrosan las murallas de la impotencia, en la medida en que la política mantiene su derrotero de deslegitimación. La interpelación, por su parte, ha perdido toda aura republicana y parece que como herramienta de fiscalización ha perdido utilidad.

Acá un repaso de estos particulares episodios.

1. Rodrigo Peñailillo, ministro-emblema, julio de 2014

“Galán rural” -como se le llamaba a sus espaldas dentro de La Moneda- fue sumando taquilla durante los primeros meses del Gobierno. De hecho, el mejor momento de la actual gestión de Bachelet sucedió bajo su responsabilidad: la recordada tripleta de enero de 2015, en que se aprobaron las reformas tributaria, educacional (fin al lucro, selección y copago) y las reformas políticas que se resumían en el “fin al binominal” y que hoy tienen a toda la clase política desempolvando calculadoras para asegurar cuotas femeninas, número de candidatos correcto, subpactos adecuados, etc. El peak del Gobierno sucedió días antes del fin de todo, tres semanas previas a que estallara el caso Caval.

Peñailillo fue el primer interpelado por la oposición en julio de 2014. La causa: Violencia en La Araucanía -investigación de la muerte de la pareja Luchsinger Mackay inclusive, aunque hubiese sucedido durante el gobierno de Piñera- y el uso de la Ley Antiterrorista.

El interpelador fue el entonces RN José Manuel Edwards. Peñailillo abandonó el Gobierno, siendo prácticamente dado de baja luego de que se transparentara el caso Caval y el anterior rol del ex ministro en la recolección de dineros para la campaña presidencial de Bachelet. Peñailillo fue reemplazado por el DC Jorge Burgos y se refugió en Flacso. Por su parte, Edwards se salió de RN, cambió su nombre a “Rojo” y especuló con volver al mismo partido político para asegurar una postulación al senado por La Araucanía. Fracasó.

2. Nicolás Eyzaguirre, el ministro idóneo, noviembre de 2014

Nicolás Eyzaguirre ha sido reconocido como el máximo bacheletista. Partió en el gobierno en la cartera de Educación, luego pasó a la Secretaría General de la Presidencia para concluir en Hacienda, desde esta semana. En todas ha recibido fuertes críticas. En particular, en Educación protagonizó un momento de alta tensión dentro del Congreso a enfrentar a empresarios sostenedores de colegios y apoderadas y apoderados.

Foto: The Clinic

La interpelación sucedió en noviembre de 2014, en medio del debate legislativo sobre la primera de las reformas-emblema de Bachelet, la educacional. Eyzaguirre había logrado lo imposible: el proyecto tenía rechazo no solo en los detractores de siempre -que acusaban que se cerrarían los colegios-, sino también en el propio grupo que originalmente había promovido la realización de una reforma sustantiva en este ámbito, que acusaban que no se fortalecía la educación pública como alternativa al eventual cierre de colegios.

La derecha se hizo del respaldo de organizaciones de sostenedores de colegios -la Iglesia, uno de los más relevantes- y de padres y apoderados que ganaban a zancadas espacio en la prensa oficial. La interpeladora: María José “Pepa” Hoffmann (UDI).

El debate sucedido en la interpelación no fue trascendente. Eyzaguirre recibió dos visibles respaldos en la ocasión. El de la diputada PC Camila Vallejo, quien destacó a Nicolás Eyzaguirre como el “más idóneo” para implementar una reforma educacional. El otro, del diputado Gabriel Boric, quien habiendo pedido su renuncia semanas antes esta vez declaró que “Ministro, nobleza obliga, estuvo muy bien hoy, pero eso no quita que hasta ahora el gobierno no lo haya hecho bien”.

En junio de 2015 Eyzaguirre pasó a ser Ministro Secretario General de la Presidencia, mientras Adriana Delpiano tomó el mando de la cartera de Educación. Luego, el 31 de agosto pasaría a Hacienda, rol que también tuvo con Ricardo Lagos entre 2000 y 2005. María José Hoffmann actualmente quiere volver a ser diputada por San Antonio (distrito de Valparaíso) y ha intentado posicionarse, sin mucho éxito, como vocera contra el aborto.

3. Carmen Castillo goza de buena Salud, septiembre de 2015

Salud ha sido evaluado como uno de los temas de principal interés ciudadano, según revelan el general de las encuestas, y en particular la última CEP. Por ello, no causa extrañeza que haya sido objeto de preocupación y -también- maniobra política.

En septiembre del segundo año de Gobierno, la ministra de Salud, Carmen Castillo (DC), enfrentó a la derecha en la Cámara Baja. Castillo había reemplazado a la PPD Helia Molina, luego de que ésta renunciara a la cartera en diciembre del año anterior a partir de las críticas recibidas tras sus declaraciones relativas al aborto: “En clínicas ‘cuicas’, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”, había disparado la otrora secretaria de Estado.

El motivo de la interpelación era la vigencia de las listas de espera, las deudas hospitalarias; precisar las enfermedades que cabrían bajo concepto de AUGE y del plan Ricarte Soto; y los incumplidos planes del Ejecutivo de realizar el proyecto 20-20-20. El interpelador, Javier Macaya (UDI).

La ministra, si bien no entregó detalles de ninguno de los aspectos consultados, tampoco hizo lucir bien al interpelador. Macaya, quien tuvo un 2015 en que quiso -o le tocó- representar el recambio en la UDI en medio de los escándalos que vincularon al partido de Jaime Guzmán con financiamiento empresarial ilegal (Penta) y ocupó incluso su presidencia, hoy es un diputado como los otros 119, repostulándose por la región de O’Higgins.

4. Javiera Blanco, paladín de la Justicia y los Derechos Humanos, agosto de 2016

La interpelación de Javiera Blanco probablemente sea la de mayor significación política, aunque no haya habido claros “efectos” políticos. Luego de la indignante muerte de la joven Lissette Villa en un centro asistencial del Sename, esta última institución se volvió objeto de escrutinio público como no lo había sido las décadas previas. Y la realidad que obligó a mirar, resultó gravísima.

Junto a ello, los altos montos de pensiones en Gendarmería -de los que se beneficiaba Myriam Olate, ex esposa del entonces presidente de la Cámara, el PS Osvaldo Andrade-, y los problemas en el padrón electoral para el proceso de elecciones municipales, generaron una escena que la derecha no quiso desaprovechar para realizar una nueva interpelación. Esta vez, a cargo de Marcela Sabat (RN).

A la interpelación bajo 14 tópicos realizado por la hija del ex alcalde de Ñuñoa, la ministra reconoció la crisis, presentó la iniciativa de proyectos de ley en el Registro Civil y en Gendarmería. No dio números sobre muerte de niños y niñas en el Sename, pero anunció una modificación de los subsidios estatales para las prestadoras privadas en el área.

Hoy Blanco ocupa un asiento en el Consejo de Defensa del Estado, blindada hasta entonces por Bachelet. Sin embargo, arribando a la votación de la Comisión Investigadora de la Cámara conocida como “Sename 2”, se desplegaron negociaciones para evitar que fuera consignado el nombre de Javiera Blanco en un enredo que involucró también, de un modo solo articulado por versiones de prensa, la votación de la comisión de Constitución sobre aborto. Allí habría jugado un rol protagónico su pareja, el senador Pedro Araya. Se dice que fue el fin de la relación con Bachelet.

En octubre de 2016, Blanco fue reemplazada como ministra de Justicia y Derechos Humanos por Jaime Campos.

5. Mario Fernández, primera como Interior, enero de 2017

Fue a comienzo de este año cuando tocó a Juan Coloma jr. (UDI) interpelar a Mario Fernández. La motivación no distaba mucho de la original interpelación realizada a Peñailillo. Aparecieron como tópicos fundamentales los incendios forestales ocurridos en la zona centro-sur del país, el Plan Estadio Seguro y medidas relativas a la prevención del delito y el narcotráfico.

6. Alejandra Krauss, ministra del Trabajo, mayo 2017

Interpelada por el ex presidente UDI Ernesto Silva -caído como daño colateral del caso Penta-, respondió por el desempleo, salarios en el sector público, crecimiento y productividad, entre otros temas.

La ministra mantuvo una disputa abierta en el mismo período con su, entonces, par de Hacienda, Rodrigo Valdés, por cuál sería la cartera que conduciría el proceso de modificación del sistema de AFP. Como parte de dicho conflicto, Krauss declaró que no habría «un peso más a las AFP», cuestión que fue rebatida por el ex ministro quien le espetó: «imprudente». Valdés quedó a cargo del proceso, pero la semana pasada renunció al Gobierno.


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