Esta historia es insólita. Liam Smith contó su «extraña» cita con una chica que conoció por Tinder. Según cuenta el joven de 24 años, estaban en su casa mirando una película, cuando la chica de pronto tuvo deseos de ir al baño.
Al rato, la chica volvió a la habitación en que estaban y, completamente avergonzada, pero con valentía, le contó el terrible percance que había sufrido.
Después de hacer sus necesidades, tiró la cadena del excusado, pero sus heces no desaparecían. Por alguna razón entró en pánico y decidió envolver los excrementos en papel higiénico y lanzarlos por la ventana. Fue en ese momento cuando se percató de que entre la ventana y el patio, había otra ventana, con un espacio de unos 40 cm entre un vidrio y el otro.
Los excrementos quedaron en ese espacio intermedio y la chica intentó recuperarlos infructuosamente. Al no lograrlo, prefirió confesar lo que había hecho e intentar solucionar el problema, en lugar de ser descubierta más tarde.
Estaba segura de que si él la ayudaba podría recuperar el desagradable paquete. Liam, que tampoco quería que las heces quedaran ahí atrapadas, intentó ayudarla tomándola de la cintura mientras se metía en el espacio entre las ventanas, hasta que simplemente se atascó.
Cuando ya llevaba unos 15 minutos en esa posición invertida, y al volverse la situación un tanto preocupante, Liam decidió llamar a los bomberos para que la ayudaran a salir.
Un portavoz de los rescatistas dijo: «Recibimos una llamada a las 22:41 por una mujer atrapada en el espacio medio de una ventana de doble vidrio. Fue enviada una tripulación y ella fue rescatada usando herramientas de mano».
Probablemente una de las peores citas de Tinder que ha habido. La honestidad y la valentía de la chica, sin embargo, le tienen que haber dado algunos puntos a favor. No así la parte de los excrementos…