Algunos perros (y, como no, algunas personas) simplemente no maduran nunca, y se comportan para siempre como si fueran bebés. Ahora, nuestros amigos caninos, son capaces de una ternura tan inmensa, que uno les permite cualquier cosa, y de hecho, quiere que siempre se comporten como unos simpáticos y tiernos cachorros. Son niños eternos. Otra cosa sería si fueran humanos que se comportan como bebés gigantes. Esos ejemplares, son bastante indignantes, egoístas y sin duda existen.
Acá los dejamos con fotos de perros gigantes, que no han perdido en lo absoluto su alma de cachorros: