Si el reino de Jesucristo “no era de este mundo”, parece que el del Vaticano sí. El Pontificio Consejo para ‘Justicia y Paz’ del Vaticano, presidido por el cardenal Peter Turkson, ha propuesto la creación de una Autoridad Política Mundial y un Banco Central Mundial para favorecer “mercados libres y estables, disciplinados por un cuadro jurídico adecuado” frente a la actual crisis económica y financiera.
Según ha explicado el dicasterio vaticano, esta Autoridad debería tener “un horizonte planetario” al servicio “del bien común». “El ejercicio de una autoridad así tendrá que ser necesariamente super-partes”, destaca la nota publicada por la Radio Vaticana.
Así, la Santa Sede ha subrayado que los gobiernos “no deberán servir incondicionalmente a la autoridad mundial” sino que, por el contrario, debe ser esta autoridad “la que se debe poner al servicio de todos los países miembros, según el principio de subsidiariedad”.
El Vaticano ha recordado que el objetivo de esta autoridad será “crear mercados eficientes y eficaces para que no estén protegidos por políticas nacionales paternalistas” y promover “una equitativa distribución de la riqueza mundial” mediante “formas inéditas de solidaridad fiscal global”.
No obstante, el Vaticano ha precisado que “todavía queda mucho camino por recorrer antes de crear una autoridad pública con competencia universal”, aunque ha recordado que será necesaria “una previa práctica del multilateralismo”.
Octubre 24 de 2011
Publicado en www.larepublica.es