Con dos conciertos finalizó el Tercer Encuentro de Industria Musical del Sur en Valdivia

  Este sábado 29 continuaron las actividades en el marco de este encuentro, organizado por discos Tué Tué

Con dos conciertos finalizó el Tercer Encuentro de Industria Musical del Sur en Valdivia

Autor: Cristobal Cornejo

 

Este sábado 29 continuaron las actividades en el marco de este encuentro, organizado por discos Tué Tué. Foros, acuerdos comerciales y dos conciertos clausuraron esta instancia, que reúne a diversos sellos e iniciativas locales y nacionales de difusión de música chilena independiente.

Luego del concurrido concierto de la noche del viernes de Tito Escárate y Los Ex, que cerró la primera jornada del Tercer Encuentro de Industria Musical del Sur en Valdivia, la mañana del sábado se abrió con el foro “Música en las plataformas digitales”.

Con la participación de Alberto Hayden, de Armatoste Brazo Discográfico; Sebastián Milos, de Postaldisc; y Cristián Lucero, de Twittsessions, el conversatorio giró en torno al panorama y los desafíos de tres proyectos nacionales sustentados en el uso de la Internet.

Twittsessions, sitio de transmisión streaming donde se exhiben presentaciones musicales en vivo y sin costo para los usuarios, destacó la simplicidad de su propuesta, a la vez que las grandes oportunidades que ofrece. Según Lucero, las redes sociales como eje de sus comunicaciones les permitieron darse a conocer rápidamente entre un público-nicho, para ir ampliándose progresivamente en el último año.

En un año y medio de trabajo, han aumentado la frecuencia de sus transmisiones, así como la envergadura de éstas, generando lazos con la revista Rockaxis o las Escuelas de Rock, y destacándose por sus posibilidades a nivel de difusión y proyecciones comerciales.

Milos, de Portaldisc, explicó el funcionamiento de su sitio de descarga digital legal de música chilena, “una biblioteca donde las personas pueden navegar y consultar”- además de comprar- discos de diversas épocas y estilos, transformándose en un cada vez más estable modelo de negocio.

La conversación con los presentes giró en torno a la relación con las audiencias, asuntos legales y económicos que fueron expuestos con claridad, y las ventajas y desventajas de la virtualidad.

La hora del almuerzo sirvió para que las agencias de booking y locatarios sostuvieran un encuentro con vistas a producir conciertos de música independiente chilena en la zona centro sur y sur del país.

La tarde continuó con las presentaciones de los músicos locales, Camilo Eque y Mage’s, y entremedio se desarrollo el foro “Experiencias de gestión para la música en el sur”, con la participación de Isabella Cichero, de Sono/Sala Dos de Concepción; Soledad Caracci del Teatro del Lago de Valdivia; y la moderación de Mario Carrasco de MMI.

Ambas instancias comentaron su historia, presente y dificultades. En el caso del Teatro, la complejidad de ser una institución anclada en la reproducción del modelo de “bellas artes” y “alta cultura”, frente a la falta de público e interés en este tipo de manifestaciones.

Aunque este no fue el eje inicial propuesto por Caracci, la conversación generada abordó este y otros puntos, como la crítica a una gestión anclada en ideas como “apreciación musical”, la relación entre los contenidos propuestos y los intereses del público, o la falta de diversificación o efectividad de la difusión de actividades.

Por su parte, Cichero hizo un panorama de la situación en Concepción respecto a la cantidad de espacios para mostrar actividades culturales y, más específicamente, conciertos.

La productora del ciclo de conciertos en la Sala Dos, “Tras bambalinas”, también se refirió a una serie de condiciones que, a su juicio, se necesitan para lograr buenos resultados en la producción de actividades culturales, además de expresar su rechazo a la gratuidad de éstas, ya que esto afectaría la relación del público con el trabajo que se le entrega y la situación económica de los artistas.

Cerró los conversatorios del Encuentro, la charla “Desafíos de los sellos independientes hoy”, presentada por Diego Sepúlveda, director del Sello Cazador, quien expuso sobre el trabajo de los sellos desde de la gestión empresarial.

Describiendo el contexto de desarrollo de los sellos independientes nacionales, sus proyecciones internacionales, y cifras sobre el panorama discográfico global, el Director de Cazador señaló que “debemos trabajar más como empresas que como colectivos artísticos”.

Además expuso algunas experiencias de su sello relacionadas con la exposición en los medios masivos: La retención por 14 horas de la banda de pop, Denver, en un aeropuerto español, y el conflicto con el programa “Alfombra Roja” de Canal 13 por una presentación de Fothermuckers, lamentando que sus únicas apariciones en los medios nacionales fuesen por circunstancias extra-musicales, criticando de paso el rol de los periodistas del área.

Al respecto, criticó que muchas veces los reportajes de bandas o proyectos discográficos deban conocerse primero en el extranjero, para luego ser reconocidos en Chile, temas que dieron paso a un interesante debate en relación al rol que les cabe a los periodistas y a los medios especializados en la comunicación de la música nacional independiente.

MÚSICA

La noche de cierre dio paso a dos conciertos. El primero en el Teatro Municipal de Valdivia, donde se presentó Philipina Bitch y Denver.

Los primeros –dos guitarras-batería- desarrollaron un puñado de filosas canciones envueltas en el halo psicodélico de un sonido garagero y la profusión de punteos de guitarra muy bien aderezados y ejecutados.

Con Iván Molina en batería, el dúo penquista formado por Sebastián Orellana y Felipe Ruz, se destacó en vivo por canciones en las que se combinan dinámicamente momentos estructurados con desarrollos instrumentales abiertos -y a momentos, más inciertos- lo que dio aún más vitalidad a una música que siempre se ha sentido más viva en el caos y la fuerza que en la fórmula constreñida.

Denver, por su parte, siempre se ha alineado del lado del pop dulzón naíf, lo que con el tiempo y el aumento de públicos, los ha llevado a ocupar ‘el’ lugar en el actual panorama chileno.

Sus canciones pasearon por el electro pop (aunque con una formación orgánica, las bases con percusiones, arreglos de bronces, cuerdas, ruidillos están casi siempre presentes y en buena comunicación con la batería), el disco, el guitarrismo psico-pop a “la Planetas” e intimismos dulzones a dúo.

Si bien las voces no son su fuerte, han madurado la interpretación y no llega a ser un total punto en contra. Tuvieron algunos problemas de sonido, ajenos a su responsabilidad, pero supieron satisfacer al puñado de fieles seguidores que los aplaudió en el Teatro, y confirmaron a quienes no los conocían que hoy por hoy son una de las propuestas pop más ‘internacionalizables’ de la “escena” chilena, acaso la única en una dirección tan clara.

Posteriormente, y en un contexto festivo, cerró el Encuentro una fiesta en el Club Gaz Gaz de la ciudad y la presentación de La Big Rabia, dúo formado por Sebastián Orellana e Iván Molina, y que transitando por el rock y saicobilly, y con un trabajo sonoro bien estudiado, se dio tiempo de mostrar energéticas canciones himnos-manifiestos y versionar entremedio «Demoler» de Los Saicos peruanos. Un broche notable para dos días de música y reflexión en torno a ella.

Desde Valdivia,

Por Cristóbal Cornejo

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