La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) recordó este sábado la masacre de Sabra y Chatila en Líbano hace 35 años y pidió a la comunidad internacional protección para los seis millones de palestinos que todavía siguen como refugiados.
La miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, Hanan Ashrawi, que calificó el suceso de «trágico capítulo», instó a Israel y EEUU «a hacer justicia con los refugiados palestinos e implementar el derecho internacional y las resoluciones de la ONU, en lugar de atacar a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA)».
«Hoy tristemente marca el 35 aniversario de la masacre de civiles inocentes palestinos en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila en el oeste de Beirut que tuvo lugar entre el 15 y el 18 de septiembre de 1982», dijo Ashrawi. «Con la complicidad y apoyo del Ejército israelí bajo (las órdenes de) Ariel Sharón, quien dejó un legado de derramamiento de sangre y destrucción. Esta masacre se cobró la vida de 3.000 refugiados palestinos (según las estimaciones más altas)», añadió en el comunicado.
Según Ashrawi, «la masacre de Sabra y Chatila todavía representa la crueldad e impunidad de Israel hacia el pueblo palestino en su conjunto» y entiende que «como otras masacres contra el pueblo palestinos, quedan impunes».
Sharón era el titular de Defensa de Israel en 1982 y una comisión del Parlamento israelí, creada para investigar los hechos, le consideró «responsable indirecto» de las matanzas, de las que acusó al Partido Falangista Libanés (PFL) de Elie Hobeika, por lo que tuvo que abandonar el Ministerio.
Más sobre la masacre de Sabra y Shatila en este artículo del portal Marcha: «Un genocidio ignorado»
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