“Si yo no tomo esta decisión ahora, me voy a ir a la chucha, y en un año más van estar hablando de mi o que me morí, o que estoy presa, porque así iba a ir”. Así de crudo y sincero fue el testimonio que Katherine Orellana entregó en Primer Plano sobre su adicción al alcohol y las drogas y su necesidad urgente de internarse.
La cantante de 32 años que se hizo famosa en Rojo, Fama Contra Fama confesó que sufre este problema desde los tiempos en que estaba en el recordado programa de talentos de TVN. Pero que solo ahora tocó fondo y se convenció que debe rehabilitarse lo antes posible.
La intérprete de Ay, Ay, Ay fue detenida hace más de una semana en el hogar que compartía con su pareja, Jorge Cáceres, quien la denunció por violencia intrafamiliar. El video de Orellana reclamando y gritando bajo el evidente efecto de alcohol y otras sustancias se hizo viral.
Katherine fue formalizada por causarle lesiones menos a graves a su novio y tiene prohibición de acercarse a Cáceres a menos de 200 metros. Sin embargo, siguió carreteando tras el dictamen del tribunal. Se “desapareció” por dos días, mientras Jorge continuaba visitando a Facundo, el hijo de de cuatro años de la cantante, con otra pareja, y pendiente de ella.
En el estelar de Chilevisión la intérprete realizó entregó un crudo testimonio, ahogada por el llanto. Sus fuertes palabras también emocionaron hasta las lágrimas a animadores y panelistas.
Su novio estaba en los estudios de Chilevisión, pero en contacto desde otro set. Cáceres demostró su amor incondicional a su pareja, causando aún más emoción.
Estas fueron algunas de las frases más desesperadas de Orellana:
“Me aterra perder todo. Llegar a sentir perder todo. Imagínate, ¡yo me podría haber ido hasta presa! Si me hubiesen pillado con drogas, o lo que sea, me podría haber ido por microtráfico, por lo que sea. ¡O sea la cagá hubiese sido gigante! ¡Tengo miedo a perderlo todo! ¡Ya perdí mi dignidad, lo único que me queda es mi frente en alto nomás! Y venir a decir ¡weón, me quiero recuperar!
“Esto pasa siempre, pasa en todos lados, pero yo me quiero recuperar. ¡Quiero salir de esta weá! ¡Me tiene mal! ¡No quiero inventar falsa felicidad, falsas sonrisas, no quiero más! ¡Quiero reír con mi hijo y darle un ejemplo! No quiero darle nada económico. Quiero que mi hijo el día de mañana se pueda reír y decir ‘puta, mi mamá me ha hecho un hombre feliz’. Nada más.
“Le pido perdón a mis papás nomás, a Jorge, a la familia de Jorge, que han estado conmigo 100%. Los papás de Jorge podrían odiarme, pero al contrario, han estado ahí para apoyarme a mi, a Jorge.
“Si yo no tomo esta decisión ahora (de internarse para rehabilitarse) me voy a ir a la chucha, y en un año más van estar hablando de mi o que me morí, o que estoy presa, porque así iba a ir. Si yo no hago esto ahora, o me muero o me voy presa. Son dos alternativas que tengo con esta enfermedad.
“(Jorge) Me dijo: ‘Yo no voy a dejar que estés con ti hijo enferma, porque yo amo al Facundo. Si tú no te recuperas, yo no te voy a dejar que estés con él’. Y que un hombre que ni siquiera es el papá de mi hijo me diga eso… Cómo no voy a pensar que me ama”.