Michael “Guagüito” Roldán asegura que su departamento está maldito y lo tiene viviendo el drama de su vida

Lo que era el sueño de la casa propia cumplido y una opción de crecimiento económico extra para el periodista Michael “Guagüito” Roldán, se transformó en una verdadera pesadilla para el opinólogo de La Red

Michael “Guagüito” Roldán asegura que su departamento está maldito y lo tiene viviendo el drama de su vida

Autor: Pato Lakes

Lo que era el sueño de la casa propia cumplido y una opción de crecimiento económico extra para el periodista Michael “Guagüito” Roldán, se transformó en una verdadera pesadilla para el opinólogo de La Red.

Poquito a poco, el panelista de “Intrusos” fue juntando sus ahorros para comprar el departamento en el que vive, y luego, aprovechando su buen momento televisivo y uno que otro pitutito, se encalilló en otro depa, aunque lamentablemente nada ha salido como él esperaba.

“Uno hace este tipo de inversiones pensando en que el departamento se va a pagar solo, pero para mí han sido dos años de puras desgracias”, relata.

– ¿Por qué dices eso?

 Este departamento me lo compré hace un tiempo en Santiago, y es como el departamento maldito… ¡siempre me pasan cosas malas!

– ¿Cómo malas?

 El primer arrendatario era un cabro joven, me pagaba, pero se demoraba en pagar, hasta que un mes no me pagó, me pidió más tiempo para el otro mes, pasaron dos meses y desapareció.

– ¡Nooo! ¿Y qué hiciste después?

 Fui a ver a la administración y debía 8 meses de gastos comunes, y ya me debía los 2 meses de arriendo. Me dejó con deudas de agua y luz.

– ¿Y nunca más apareció el lolo?

 Lo perseguí, bloqueó los teléfonos, otros contactos no existían, tuve que ir a buscarlo al trabajo, se había ido de la pega. Debía 8 meses de gastos.

– ¿Cuánto tuviste que pagar?

 Este tipo me dejó clavado con más de un palo.

– ¿Cómo pagaste?

 Tuve que repactar la deuda, sacar dineros de otros lados, porque tampoco es que mi sueldo sea millonario.

– Ya pero pagaste por lo menos…

 Sí, después lo arrendé a un caballero, funcionó más o menos, me dejó con unas deudas como de 200 mil pesos.

– Qué mala suerte…

 Sí, pero eso no es todo, porque lo más penca que me ha pasado en la vida, fue hace como 2 meses. Se lo arrendé a una chiquilla, que vivía con una hija.

Todo bien, me pagaba, se atrasaba unos días, pero pagaba siempre, hasta ahí todo bien.

Sahumerio para “Guagüito”

– ¿Y qué pasó?

 Yo no veo los arriendos directo, hay una persona que lo hace por mí y me deposita. Un día le hablo para preguntarle por la plata del departamento y me dice que no porque el departamento está vacío hace un mes.

– ¿Yaaaa?

 Lo mismo dije yo, pregunté por qué esta vacío. “Es que pasó algo grave”.

– ¿Qué había pasado?

 Me dice que me quería proteger, que por eso no me había dicho. Ahí me dice, “es que una persona se mató en tu departamento, se suicidó”.

– ¿Broma?

 Ahí me cuenta que la chiquilla que me arrendaba llevó a una amiga al departamento y por motivos “x” pelearon.

Estaban en la pelea y la visita, la amiga de la arrendataria, se tiró por el balcón. Es un piso 11, por ende ella murió.

– Traumático ¿o no?

 Me enteré un mes después de esto, a una semana de irme a Brasil con mi hermano chico, fue tremendo. Qué lata tener un departamento que me ha traído puros dolores de cabeza.

No sé si arrendar es tan pelúo o solo tengo mala cueva.

– Va a tener que hacer un sahumerio…

 Lo he pensado, fui al departamento a verlo. Ahí hice mi propia limpieza, prendí incienso en las esquinas, debe estar cargado de muy mala vibra.

Igual he pensado venderlo y con eso pagar el crédito y chao. Por otro lado no puedo no arrendarlo.


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