El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo que por ahora no tiene reportes de víctimas a causa del huracán María pero sí conoce que los daños a las infraestructuras son «severos».
En una entrevista telefónica con GFR Media, propietaria del diario El Nuevo Día y otros medios, Rosselló hizo hincapié en que el peligro continua» y todavía queda por lo menos «un día completo de lluvia».
«La cola de huracán va a traer a Puerto Rico más lluvia y más viento», advirtió el gobernador, que indicó que los rescatistas no pueden salir a cumplir sus funciones hasta que los vientos bajen, pero han recibido peticiones para rescatar a personas en distintos lugares de la isla.
Rosselló anunció que había pedido al presidente estadounidense, Donald Trump, la declaración de la isla como «zona de desastre», después de que el lunes el gobernante decretara el estado de emergencia para Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. ante la llegada de María por esos territorios.
«Informo al Pueblo que acabo de solicitarle al Presidente Trump que declare a Puerto Rico Zona de Desastre», dijo Rosselló en su cuenta oficial de Twitter cuando el ciclón golpeaba a la isla.
Asimismo, Abner Gómez, director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD) subrayó en conferencia de prensa que «todavía el jueves no es momento para salir».
«Recuerden que hay tendido eléctrico en el suelo y eso puede provocar accidentes», advirtió el máximo responsable de AEMEAD, que confirmó que el 100 % de la isla, donde viven 3,3 millones de personas, se encuentra ya sin suministro eléctrico por el paso del huracán María.
Cientos de viviendas han sido destruidas por los fuertes vientos que acompañan al ciclón, de más de 220 kilómetros por hora, y las constantes lluvias han ocasionado que varios ríos se desborden en la isla caribeña, según constató Efe.
El 80 % de las residencias en el sector Juana Matos en Cataño, cerca de San Juan, quedaron totalmente arrasadas y las imágenes en las redes social muestran automóviles volcados y árboles arrancados.
Así mismo, los ciudadanos tuvieron que literalmente asegurar las puertas con pesadas escalares para evitar que volasen.
Igualmente, varios hospitales en San Juan y la ciudad colindante de Caguas sufrieron serios daños en sus estructuras, por lo que los pacientes tuvieron que ser evacuados a lugares más seguros.
El huracán María es el más potente que azota Puerto Rico en más 80 años, y es el segundo que causa estragos en la isla tras el paso de Irma la pasada semana.