Una batalla entre distintas partes de la comunidad se está llevando a cabo en la carrera de Derecho de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Las alarmas se encendieron cuando nueve estudiantes e históricos profesores fueron desvinculados de la institución.
La mañana de este martes, Ignacio Fernández, vocero de los estudiantes vespertinos de la entidad, y uno de los nueve, habló frente a los medios de comunicación.
«Nos empezamos a movilizar el 20 de junio por denuncias de tres profesoras por acoso laboral y violencia de género; que fueron confirmadas por la autoridad universitaria», dijo.
En ese momento, cuando los altos cargos por fin confirmaron las acusaciones, cuenta que siguieron «movilizados y el rector ha tomado la decisión de expulsarnos de la comunidad, por el hecho de ser voceros de los estudiantes de Derecho».
Pero no solo fueron estudiantes los que expulsaron las autoridades; también hubo docentes históricos de la universidad a quienes despidieron, como la ex directora de la carrera, Victoria Reyna.
Xhemil Xhemale es académico de la misma escuela y renunció a la institución tras años de trabajo, en una muestra de solidaridad con sus pares. «Esta universidad está perdiendo el rumbo de lo que era. Nosotros dijimos que no estábamos de acuerdo con que un director de escuela conculcara derechos laborales que derivaron en que las personas afectadas tuvieran que ir a la justicia«, afirma, y agrega que estas situaciones, provocadas por un trabajador desvinculado acusado de acoso laboral y otros cargos, llevará a la Academia a desembolsar más de $70 millones de indemnización.
«Hay que restablecer la institucionalidad y hacer que la escuela vaya por el carril que corresponde, donde la comunidad investigue lo que hay que investigar», concluye Xhemale.
Profesores rechazan la medida
En este contexto, la mañana de este martes circuló un comunicado firmado por una decena de profesores de Derecho, en la que describían y cuestionaban las supuestas razones de la institución para desvincular a los académicos.
Acusaron que desde rectoría se emitieron «graves acusaciones en contra de un grupo de profesores (de reconocido prestigio en sus áreas o en el ejercicio profesional), y que como ni siquiera se molesta en acotar, abre un manto de dudas en toda la comunidad universitaria, respecto de la honestidad, compromiso, profesionalismo y buena fe de todos y cada unos de los profesores de la escuela».
Al parecer, este grupo de académicos, los acusados, habrían insistido en otra manera de llevar el conflicto por acoso laboral que se produjo en la Academia de Humanismo Cristiano.
«Sostuvimos que su solución pasaba, ineludiblemente, por un respeto real y no solo discursivo, de validar los órganos académicos consultivos o resolutivos y por la consideración de las legítimas demandas de los estudiantes, quienes han sido menospreciados e injustamente tratados por aquellos que ejercen las potestades estatutarias, presionándolos abiertamente con la fijación de fechas de exámenes, para forzar así, de forma artificial e inconsistente, el cierre del semestre», se agrega en el documento de los docentes de Derecho, dejando a la vista una crisis económica por parte de la institución, misma información que entregó Ignacio Fernández, vocero de los estudiantes.
«Se ha actuado expulsando a nueve dirigentes estudiantiles con un despótico y espurio procedimiento, lo que no hace menos que recordar las razias que realizaba la dictadura en la Universidad de Chile», declaran los profesores firmantes.
En consecuencia, afirman que «tenemos la plena convicción que las actuales autoridades se han puesto al margen del ideario, valores y principios de nuestra Universidad, llevándola hacia un punto de no retorno, que incluso podría desembocar en un lamentable quiebre total y definitivo de este proyecto educativo, y cuyos eventuales responsables -encargados de la gestión universitaria- no podrán endosar».