Cuatro jóvenes hermanos vivieron con los cadáveres de su madre y su pareja durante al menos cuatro días, los menores no se dieron cuenta de que se habían suicidado.
Los niños, con edades entre los 5 y 13 años, creían que la pareja estaba «dormida y fría», y por ello no dieron la alarma a los vecinos.
Los padres que cuidaban a los menores fueron identificados como la madre, Rocio Aguilar, de 32 años y su pareja José Antonio de 40 años. Ambos vivian con los cuatro niños en alquilando una casa en La Zarza-Perrunal en el suroeste de España.Ambos fallecieron en su dormitorio por una ingesta deliberada de pastillas.
La pareja había llegado hace 20 días a su nuevo hogar, según los vecinos: «Llegaron sin nada» y contando que habían tenido que marcharse de la capital porque su casero «necesitaba el piso». Lo cierto es que ya la situación de la familia era extrema y vivían de los subsidios y con la ayuda de los servicios sociales de la Junta, como ayer explicó el delegado en Huelva, Francisco José Romero.
La dueña de un hostal cercano, Isabel, se encontró un día a los pequeños en la calle, jugando, y cuando se acercó a la casa comprobó cómo vivían en unas condiciones difíciles de calificar. «Tenían unos colchones en el suelo y no tenían agua ni para beber, para lavar a los niños usaba toallitas», recuerda Isabel. La casa estaba apuntalada y no faltaban las ratas.
Se informó, que el propietario de la vivienda fue el primero en alertar sobre el terrible caso. Se percató al ir a visitar a la familia y notar un «fuerte olor» cuando el hijo mayor abrió la puerta. Luego alertó a los policías para que tomaran las acciones correspondientes.
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