Una autoría escénica propia y una propuesta de investigación que rescata parte de nuestra memoria nacional, es lo que ha logrado desarrollar La Malinche Teatro, compañía fundada por la directora y dramaturga Fabiola Ariadna Ruiz, e integrada por actores, diseñadores y audiovisuales de Valparaíso y Santiago, quienes ahora nos presentan su nueva obra “Réquiem”.
El montaje, escrito y dirigido por Fabiola Ariadna, y que contó con el asesoramiento del diseñador escénico Eduardo Jiménez, vuelve a enriquecer el trabajo de La Malinche en temáticas e imaginarios de la memoria nacional, que son parte de la discursos marginados e imprescindibles de abordar, formando un espacio narrativo visual y sonoro que busca dar cuerpo y sentido a lo que se legitima bajo el dominio del silencio.
“La dictadura entró en todas las casas de Chile”, declaró el escritor Armando Uribe, palabras que sirven como principal unión entre nuestra realidad actual y un pasado que se vive entre pactos. Pero, ¿cómo se replican esos mecanismos de silencio entre cuatro paredes? Esta es la reflexión que resulta ser el fondo motivador para explicar lo es “Réquiem”, palabra en latín que se asocia a la misa de los muertos y que se traduce como “descanso”, y que en esta obra transcurre dentro los muros de una casa familiar que arrastra una historia personal involucrada con los procesos heredados de la dictadura.
“Nosotros abordamos lo que sucede tras los muros de una casa, donde vive una familia que se ve implicada en los crímenes de lesa humanidad infringidos en la dictadura de Pinochet. Específicamente, una familia cuyo padre está siendo implicado por casos de tortura y asesinato. Pero no es la historia del padre, sino que es la historia de la familia. Lo que se denomina, no acá en Chile, sino en Argentina, como las otras víctimas de la dictadura, quienes cargan con una historia familiar de violencia que busca su redención”, cuenta Fabiola Ruiz, quien además agrega que la temática de Réquiem está relacionada a la posmemoria, es decir, a la experiencia comprometida por herencia.
“Si la transparencia se observara así misma qué observaría”, señaló Juan Luis Martínez en La Nueva Novela, a lo que cabe agregar: ¿Cómo se reproducen los mecanismos de violencia en los espacios de silencio? Esa es la pregunta que La Malinche Teatro instala para reconocer los espacios de duelo dentro de la intimidad de una familia que es parte de una experiencia reconocible como proceso de país, relacionada a la experiencia de verdad y reparación, impulsados también por la ruptura de los pactos de silencio de militares que estuvieron implicados en crímenes de lesa humanidad.
“No buscamos adoctrinar en ningún caso, sino conmover y colocar emociones en el espectador frente a la humanidad de personajes que se han extraviado en su propia historia familiar. La escena nos da la oportunidad de poner en fricción el teatro con la realidad para intentar recomponer una historia que se funda en el equívoco, la contradicción, el delirio y la esperanza”, añade la directora.
La tensión entre realidad y ficción es una de las perspectivas bajo la cual se inscribe esta nueva propuesta, intentando dar visibilidad a espacios vivenciales donde se cruzan las historias personales con las colectivas. La construcción del cuerpo como testimonio y los resultados de las experiencias heredadas de una memoria que no es comúnmente tratada.
Fechas de presentaciones:
24, 25 y 30 de noviembre / 1 y 2 diciembre / Parque Cultural de Valparaíso
16 de noviembre / Teatro de Casablanca
28 de noviembre / Teatro Pompeya de Villa Alemana
5 de diciembre / Centro Cultural de San Antonio