El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, abandonó el estadio en el que estaba viendo un partido de la Liga de Fútbol Americano (NFL, en inglés) después de que varios jugadores protestaran arrodillándose durante la interpretación del himno nacional.
Pence explicó su decisión de marcharse del partido que disputaban en Indianápolis el equipo local de los Colts frente a los San Francisco 49ers, en un comunicado divulgado por su oficina y en Twitter: «El presidente (Donald) Trump y yo no dignificaremos ningún evento que falte al respeto a nuestros soldados, a nuestra bandera o a nuestro himno nacional», advirtió Pence.
«Aunque todo el mundo tiene derecho a sus propias opiniones, no creo que sea mucho pedir a los jugadores de la NFL que respeten la bandera y nuestro himno nacional», sostuvo el vicepresidente.
Varios jugadores de los San Francisco 49ers se arrodillaron hoy mientras sonaba el himno, en línea con protestas similares que se han vivido en partidos de la NFL desde hace semanas. Todos esos gestos se han producido en rechazo a unos comentarios de Trump, que instó a los dueños de los equipos a despedir a los jugadores críticos que protesten por la violencia policial contra los afroamericanos colocando una rodilla en tierra o entrelazando sus brazos durante la interpretación del himno.
Trump ha insistido en que esas protestas no tienen nada que ver con el racismo y ha acusado a los jugadores y equipos que las secundan de falta de patriotismo y de respeto por la bandera. De hecho, en su cuenta de Twitter, Trump aseguró hoy que fue él quien pidió a Pence que abandonara el estadio «si alguno de los jugadores se arrodillaba, despreciando» al país, por lo que se declaró «orgulloso» del gesto realizado hoy por el vicepresidente y su esposa, Karen Pence.