Educacción

Editorial publicada en la edición impresa Nº 109 de El Ciudadano, primera quincena septiembre 2011

A los comandantes de la sociedad cibernética, “la botonera” les ha comenzado a fallar. Hoy, los ciudadanos han abierto un agujero en el sistema. La comunicación y los mensajes del gran regulador están en crisis. Hoy, ni el Estado ni los mercados, ni menos los partidos, ni los medios de incomunicación, gozan de la confianza en grupos ciudadanos cada vez más amplios. Un tercer sector que emerge con soluciones que representan intereses distintos al capitalismo, y que han comunicado información “oculta”, han puesto de manifiesto la perversidad del modelo, siendo artífices del nuevo orden que se quiere para Chile.

Este tercer actor, para el filósofo Gilles Chatelet, no son otros que «los ciudadanos-termostatos». Son quienes hoy tomaron parte de la Red para establecer, por medio de la comunicación, un orden en medio del caos desatado por la democracia de mercado donde el guión de buenos y malos, propiciado por los ‘anarco’-mercantilistas, se proyecta en el relato de sus medios masivos.

Ese relato tiene que ver con poner en el centro del debate el miedo, la inseguridad, el enfrentamiento de encapuchados y carabineros. Sin ni siquiera profundizar en las razones de la rabia acumulada y la violencia que explota en las calles cuando el Gobierno parece haber perdido la batalla de las ideas y, de espaldas, recurre a un “solapado” terrorismo de Estado.

Y es que matemáticamente, según nos hace ver Chatelet, se ha podido demostrar que «en un mundo donde todos los políticos-empresarios actúan racionalmente, el equilibrio solo emerge si los ciudadanos-consumidores actúan irracionalmente”. Pero hoy ese status quo se está quebrando, gracias al despertar racional de la clase trabajadora, de los miles de estudiantes que llevan luz a sus poblaciones.

Jorge Las Heras, trae al presente, una interesante entrevista a Herbert Marcuse realizada por Le Monde en el marco del Mayo del 68 francés. Marcuse dice: “Los estudiantes saben que la sociedad absorbe las oposiciones y presentan lo irracional como racional. Sienten más o menos claramente que el hombre ‘unidimensional’ ha perdido su poder de negociación, su posibilidad de rechazo. Entonces, ellos se niegan a dejarse integrar a esta sociedad”.

Y en Chile vemos cómo tras más de dos meses de paros y multitudinarias marchas estudiantiles, que hoy son también de los trabajadores, recién el Presidente del país se ha dignado a recibir a los estudiantes para el sábado 3 de septiembre en La Moneda.

Consideramos entonces que, independiente del resultado de esa reunión, hay que estar atentos. Hoy, nuestro principal enemigo es el Alzheimer. No debemos olvidar el Terrorismo de Estado que se dejó sentir con un 11 de septiembre en 1973 y sus posteriores años de dictadura dura, el soft power que administró la Concertación y que dejó secuelas profundas, la ola de proyectos extractivos contaminantes que avanzan en medio del caos alargado por la indiferencia y la ‘especula piñeril’, como tampoco las naciones del mundo deben olvidar lo que hicieron los organismos de inteligencia estadounidenses que expandieron el terror contra un falso terrorismo -por ansias de oro negro-, trasladando ese terror a Europa para que se luche contra los inmigrantes, mientras los grandes capitales descubiertos en su sobreendeudamiento, comenzaron a desplazarse hacia el Sur en búsqueda de un flotador.

Al cerrar esta edición los representantes del movimiento social que ha despertado en Chile, se aprestaban para la reunión con Sebastián Piñera, e insistimos, que independiente del resultado de esa conversación, es importante mantener la convicción de que este movimiento social, ha llegado para quedarse en la política.

Recordando las palabras de Camila Vallejo frente a más de 600 mil personas en el Parque O`Higgins: “Si el Gobierno no nos quiere escuchar, no nos quiere dar una solución ¿Quién tiene que dar esa solución, quién tiene que decidir? Nosotros tendremos que decidir si ellos no son capaces, habrá entonces que romper con la institucionalidad que está en crisis…”, habrá entonces que recobrar nuestro soberano poder constituyente, habrá entonces que volver al territorio, a lo local, para desde ahí construir el nuevo Chile que los pueblos libres determinen.

Por Equipo Editor

El Ciudadano Nº109, primera quincena septiembre 2011