La madrugada de este sábado, Carabineros confirmó la muerte en la calle del «Divino Anticristo», cuyo nombre real es José Onofre Pizarro Caravante, 64 años, que en los últimos 17 años alcanzó estatura de mito del centro de Santiago, en especial del barrio Lastarria, epicentro del pop y el avangarde capitalino.
Si bien el «Divino Anticristo» se hizo famoso por su particular vestuario -faldas y mantas cubrían su cuerpo, mientras un pañuelo protegía su calva cabeza- y el carro de supermercado repleto de cachivaches que ponía a la venta en las calles Lastarria o Portugal o de sus textos por los cuales se hizo reconocido a principios de los 2000.
Pero la historia de Pizarro Caravantes, es más extensa que lo que podamos imaginar, tal como sucede con la de cualquier vagabundo, de cualquier ciudad del mundo. Tiene dos hijos en Alemania, estudió en el Liceo Lastarria y su educación superior la inició cursando la carrera de Literatura en la Universidad Católica de Valparaíso, la cual cambió por Computación en la Universidad de Chile, detalla parte de su biografía, recogida de diferentes medios.
También fue voluntario de Bomberos en la Tercera Compañía de Santiago, y vio cómo un incendio destruyó la casa donde vivía con sus padres y hermanos en 1982. Momento crucial, ya que desde ese instante convirtió a la calle en su nuevo hogar y durante sus primeros años se caracterizó por deambular por barrios como Bellas Artes, Lastarria y Portugal vestido de falda y con un pañuelo en su cabeza, ganándose el apodo de «la vieja loca» o «el viejo viaja».
Al mismo tiempo, repartía fotocopias de los libros que escribía acerca de política, metafísica y, por sobre todo, el nazismo.
Definición: «Yo como el Anticristo soy el Secretario Ejecutivo del Diosísimo»
Si bien era un personaje reconocido en las calles de Santiago, sus definiciones aún se mantienen a la sombra de buena parte de la ciudadanía que solo lo reconocía por habérselo cruzado tantas veces por las calles de la capital.
«Ellos dicen que yo soy un esquizofrénico, pero no soy un esquizofrénico, porque los esquizofrénicos son comunistas. Los esquizofrénicos se creen Dios, o sea que son todos iguales al diosísimo, lo que sería totalmente comunista, pero yo soy distinto, porque soy un genio, una divinidad que no es Diosísimo, sino que el Anticristo», señala el difunto Anticristo en diferentes relatos que se pueden encontrar en web. Y agrega como autodefinición: «El Anticristo no está contra del Diosísimo, sino que es la otra versión del Cristo, que es Jesús. O sea, el Anticristo no cree en el Hijo, porque es como la otra parte».
«Es como en una empresa: el Gerente de la empresa, que en este caso es el Diosísimo, tiene un hijo, pero el hijo se fue a hacer sus cosas por su cuenta por su padre, pero tiene que tener un Secretario Ejecutivo que haga bien las cosas para El en la tierra. Entonces yo como el Anticristo soy el Secretario Ejecutivo del Diosísimo», remata.
El Divino Anticristo continúa diciendo, en su diatriba espiritual con la que explicaba su existencia, que «soy un enviado del Diosísimo para dedicarme a las cosas materiales. Como comer, vestirme…. «, y recalca: «Mi miseria en la que vivo es la manera de cómo me distingo del resto: vivo fuera del sistema, pero del sistema. Esa es mi forma de ser Anticristo».
Y sobre su Divinidad detalla: «Estoy fuera de la normalidad del sistema, me elevo por fuera de el sistema, por eso soy una divinidad al vivir de la manera como vivo, porque el mismísimo Diosísimo me dicta lo que tengo que decir».
Desde ayer el Divino Anticristo dejó la ruta del mito para comenzar a andar la de leyenda, siempre acompañado de sus textos y su estampa surrealista.
https://www.youtube.com/watch?v=n8VraFhyYnc
https://www.youtube.com/watch?v=mMtMv02LOiE