Se trata del misterioso caso de los «hijos de Woolpit», que data del siglo XII. La leyenda se refiere dos hermanos que aparecieron misteriosamente en Suffolk a principios del siglo XII, y que tenían una característica muy particular: su piel era de color verde.
Los aldeanos se encontraron con los jóvenes parados en el borde de un camino. Su ropa estaba hecha de materiales desconocidos y su lenguaje era indescifrable. Los niños, cuyos nombres se desconocen, parecían hambrientos pero no comían ningún alimento que se les presentaba.
Aldeanos con buen corazón les trajeron habas crudas, que devoraron. Los niños sobrevivieron solo de frijoles durante muchos meses hasta que adquirieron el gusto por el pan.
El niño se enfermó y murió, mientras que la niña permaneció en buen estado de salud. Los cuidadores la consideraban «bastante libre y desenfrenada en su conducta». Con el tiempo su piel perdió su tonalidad verde y la niña aprendió a hablar inglés.
Dos escritores, Ralph de Coggeshall y William de Newburgh, informaron sobre la llegada repentina e inexplicable de los niños en el pueblo. Recordando la historia de su desconcertante origen, la niña dijo que ella y su hermano venían de la «Tierra de San Martín». Afirmó que no había sol y que todos los habitantes eran verdes como ellos. Ella y su hermano estaban cuidando el rebaño de su padre un día cuando encontraron una cueva. Entraron en la cueva y deambularon por la oscuridad hasta que salieron al otro lado y fueron encontrados por los aldeanos.
A lo largo de los siglos, muchas teorías se han presentado para explicar esta extraña historia. En lo que respecta a su piel verde, algunos expertos creen que los niños sufrían de anemia hipocrómica, que es causada por una dieta muy pobre y da como resultado un tono notablemente verde de la piel.
Otros creen que fueron los hijos perdidos de los inmigrantes flamencos que se establecieron en un lugar cercano conocido como Fornham St. Martin, que fue separado de Woolpit por el río Lark. Pero otros comentaristas han sugerido un origen «de otro mundo» para los niños.
Robert Burton sugirió en su libro de 1621 «La anatomía de la melancolía» que los niños verdes «cayeron del cielo», lo que llevó a otros a especular que los niños podrían haber sido extraterrestres. Mientras tanto, el astrónomo Duncan Lunan formuló la hipótesis en 1996 de que los niños fueron transportados accidentalmente a Woolpit desde su planeta natal, que puede estar atrapado en órbita sincrónica alrededor de su sol.
¿Cuál será el secreto de esta misteriosa historia?
Con información de The Sun