La noticia impactó a todo el mundo. En noticieros y diarios se informó de las multimillonarias ganancias de las Isapres, a costa de los ciudadanos. Ganaron más de 45 mil millones de pesos, un aumento del 70% en las arcas de las corporaciones privadas. Acá, los elementos para comprender este sistema ideado para lucrar con la salud de chilenas y chilenos.
¿Usted sabe cómo le cobran las Isapres y por qué logran utilidades millonarias? Un par de preguntas fáciles, que cuesta responder. Y es que el sistema de aseguramiento privado de salud se construye sobre la base de una maraña de elementos que terminan confundiendo a los supuestos “beneficiarios”.
Las recurrentes alzas en los precios de los planes, que se argumentan con las razones más inverosímiles, y las condiciones abusivas para contratar un plan, no hacen más que contribuir en este proceso que termina golpeando los bolsillos y los derechos de chilenos y chilenas.
Lo anterior queda reflejado, por ejemplo, en que sólo el 2% de los afiliados a este sistema, según estadísticas de la empresa Ganasalud, recurrieron a la Justicia cuando a fines de marzo se subió el precio del plan base de salud, alza inconstitucional, pero que el 98% restante de los usuarios absorbió sin darse cuenta.
Desde las Isapres justificaron las alzas por gastos operacionales extras y uso frecuente del sistema. En la Corte Suprema, sin embargo, apuntaron, por medio de fallos emitidos por estas causas, que las Isapres sólo pueden subir el precio base de los planes si es que se comprueba un alza en el valor de las prestaciones médicas y no por «la frecuencia en el uso del sistema, pues es de la esencia de este tipo de contrataciones la incertidumbre acerca de su utilización».
Ahora bien, si el 31de marzo no llegó la carta a un usuario donde se anuncia el alza en el precio del plan base de salud, no se puede cantar victoria, pues existe otra forma para subir el precio. Se trata de la aplicación de la Tabla de Factores, correspondiente al artículo 38 de la Ley de Isapres, a pesar de que este mecanismo estaría derogado tras una batalla legal entre afiliados e Isapres en el Tribunal Constitucional (TC), y que permite –teóricamente- aplicar adecuaciones de precio sobre la base de sexo y edad de los afiliados.
El parlamento trabaja en la llamada Ley Corta de Isapres que, en rigor, debería bajar el margen máximo en los cobros de estas instituciones por este tipo de factores y que durante octubre el Gobierno le asignará máxima urgencia para su tramitación.
Pero las ganancias de las Isapres no sólo vienen de esas alzas. Actualmente, y producto del aumento en las patologías del Plan Auge, estas instituciones también obtienen recursos del Estado, es decir, de los impuestos de todos los chilenos y chilenas.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, explicó hace unos días que «cada vez que entra en vigencia un nuevo conjunto de enfermedades Auge, el Estado tiene que financiarlo por medio de Fonasa y el Minsal hace un estudio y calcula cuál va a ser el precio de la nueva prima. En este caso fue de UF 0,29 mensuales, casi 6 mil 500 pesos”.
El secretario de Estado agregó que “muchas de las enfermedades Auge son bastante raras, dentro de los beneficiarios del sistema privado (Isapres), lo que hace que la mayor parte de esta prima no se utilice y los beneficiarios asegurados prefieran usar su plan complementario y de esta manera en las aseguradoras se genera un ahorro muy significativo».
El ahorro, del cual habla Mañalich, las Isapres lo transforman en utilidad para sus accionistas, haciendo del sistema sanitario privado un enclave más de lucro extremo que obliga a sus afiliados a pagar más, por la misma atención. Aquello queda graficado en un informe que publicó hace unas semanas la Superintendencia de Salud, mediante el cual se informó sobre las utilidades que lograron estas empresas en el primer semestre de este año (Ver recuadro).
Desde el sector privado se defendieron acusando que junto con el crecimiento de sus utilidades, también aumentó su aporte al Fisco vía impuestos. Mientras el primer semestre de 2010 fue de $5.300 millones, este año asciende de $11.300 millones. No obstante, el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica y presidente de la Asociación de Economía de la Salud de Chile (AES Chile), Camilo Cid, dice que eso es “natural, porque todas las empresas que ganan más, pagan más impuestos. No es que hayan subido los impuestos”, agregando que estas “son ganancias sobrenormales de una industria que necesita una regulación económica de estructura de mercado”.
Junto con soluciones de mercado, otros miembros del mundo académico también proponen ideas que van en la vía de la construcción de un sistema más solidario. Según Alejandra Zúñiga, profesora de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, «el modelo del igualitarismo sanitario, defendido en la mayoría de los países de la OCDE, propugna la existencia de un derecho universal a disponer de una asistencia sanitaria básica en condiciones de igualdad. Esto es, el Estado debe hacerse cargo de procurar la existencia de un sistema sanitario que, independientemente de su forma de financiamiento, pueda garantizar un mínimo de cuidado sanitario a todas las personas, sin discriminación».
Junto con ello, clave es terminar con el “lucro extremo» de las Isapres, dice el senador del Partido Socialista (PS), Fulvio Rossi, pues «lo que está en juego es la salud de una parte importante de la población”. Y claro, ya que hoy el sistema de Isapres representa un 20% total de la población (el otro 80% está afiliado a Fonasa), con una cotización de 10% del sueldo de afiliado promedio, en condiciones que el mínimo es de 7%.
¿Qué pasa con ese margen de 3%? Camilo Cid cree tener una respuesta y dice que en primera instancia, se debe propender a un sistema de libre afiliación eliminando además las preexistencias, sumado a la creación de «un fondo entre las Isapres que solidarice lo que siempre debió ser solidarizado, esto es, el 7% de la cotización social de los usuarios. Este fondo reunirá estos recursos y los redistribuirá según las necesidades de salud a través de todas las Isapres de acuerdo con las necesidades de sus usuarios.
Pero como los usuarios actualmente cotizan un 10% de su salario en promedio, entonces el diferencial de 3 puntos porcentuales respecto del 7%, puede destinarse a que estas empresas cobren primas planas iguales para todos sus usuarios y diferenciadas entre ellas, de tal manera que compitan por calidad».
RECUADRO
LA GANANCIA DE LAS ISAPRES
Estas cifras representan un margen de ganancias de $45 mil millones en 2011, un 70% más de lo ganado el año 2010.
1) La lista la encabezó Isapre Cruz Blanca, con ganancias por $10.030 millones.
2) La sigue Isapre Banmédica, con utilidades por $9.472 millones.
3) En tercer lugar Colmena, con $8.911 millones.
4) Cuarta, Consalud, con $8.641 millones.
5) Vida Tres, con $4.445 millones
6) Isapre Más Vida, con $3.381 millones.
Por Sergio Jara Román
El Ciudadano Nº111, primera quincena octubre 2011