Dos de las regiones más ricas de Italia llevan a cabo este domingo 22 de octubre u referéndum con el objetivo de conseguir una mayor autonomía. Este es el último impulso de las regiones de Lombardía y Véneto, entre ambas hogar de un cuarto de la población italiana, para lograr una semiautonomía, con la que pretenden obtener más control sobre sus finanzas y su administración.
Aunque no es vinculante legalmente, la votación es el último ejemplo de una oleada de votaciones para conseguir una mayor autonomía que recorre toda Europa en los últimos años: el de Escocia en 2014, el del Brexit el año pasado y el de Cataluña, entre otros.
A pesar de que en el pasado ambas regiones han defendido una independencia total de Roma, sus líderes han dejado claro que la votación tiene que ver con la autonomía y no con la independencia.
Esta dinámica puede verse en Sappada, una ciudad montañosa en el Véneto que hace frontera con la región italiana Friuli-Venecia Julia. Paraíso del esquí y del senderismo, la ciudad está a punto de convertirse en la primera de Italia que cambia de región para formar parte de Friuli-Venecia Julia, una de las cinco regiones semiautónomas de Italia. El plan fue aprobado por el Gobierno italiano en septiembre, después de un prolongado proceso burocrático.
«Existen varias razones por las que la gente quiere ser parte de Friuli: tenemos nuestro propio dialecto, el cual es originario de Alemania, y culturalmente nos sentimos muy cercanos a Friuli», explica Manuel Piller Hoffer, alcalde de Sappada.
Pero una de las principales razones para demandar la semi autonomía es «vivir al lado de una región semiautónoma se traduce en que la gente ve ventajas que ellos no pueden tener. Ven que las finanzas se controlan mejor, también un mejor servicio de salud y las inversiones que se hacen. La gente ve que hay un mayor nivel de vida».
Las dos regiones, ambas lideradas por gobiernos de extrema derecha de la Liga Norte –un partido que anteriormente ha hecho campaña en una plataforma pro independencia– también están utilizando los votos para enviar un mensaje a Roma, esperando que la prueba de un fuerte apoyo entre la población fortalezca su posición en negociaciones futuras.