En la India, las vacas son consideradas sagradas como fuente de alimento, símbolo de la vida y jamás debe ser asesinada.
Actualmente, los hindúes no comen carne y en general cada familia tiene una vaca lechera, a quien tratan como si fuese un miembro más de la familia.
Una tradición extraña que se lleva a cabo en un poblado de la India, ha llamado la atención de todo el mundo. Cada año, los niños pequeños son lanzados por sus propios padres a una montaña de excremento de vaca.
La finalidad de mencionado ritual, es que esperan que les proporcionen buena suerte y una vida saludable a los pequeños, así informó el medio The Mirror.
La inusual tradición se lleva a cabo en la Villa Betl, ubicada en Madhya Pradés, lugar donde los padres creen que el excremento de las vacas ayudará a sus hijos a tener una vida saludable. La práctica se realiza un día después del festival Diwali, la cual es la principal festividad india que tiene lugar cada año a mediados de octubre.
Según el medio The Mirror, los habitante durante semanas, colectan el estiércoles de las vacas y cuando llega el día del ritual, rezan a los dioses hindúes, y posteriormente llevan a sus hijos menores a lanzarlos sobre el excremento.
Desde la mañana y hasta el anochecer, cada niño pasa por este ritual, el cual se realiza desde hace siglos.
Varios sacerdotes creen que la orina y el excremento de vaca tienen sagradas propiedades medicinales que la convierten en una sustancia casi divina.