El pasado 26 de septiembre de 2001 cumplió 30 años el barrio liberado danés, Christiania. Hoy viven más de 1000 en esta zona que ha recibido el estatus de “experimento social”. Además de la calle Pusher (donde se vende hasch y marihuana de manera legal), única imagen que suele llegar al exterior de este barrio, podemos encontrar un mundo de creatividad, talleres de bicicletas, anticuarios, proyectos ecológicos, locales de conciertos, guarderías-cooperativas, y una arquitectura experimental fantástica. Durante estos 30 años, Christiania a tenido un autopoder duradero basado en la democracia directa. (…)
Mucha de la gente que comenzó el experimento ya no vive allí, pero el sueño de una vida en libertad y la idea de una ciudad gobernada por sus habitantes continúa. Ahora, 30 años más tarde, gente de cerca y de lejos todavía se sienten atraídas por esa mezcla mágica de anarquía y amor de El Barrio Libre. Todo comenzó en 1970 cuando un grupo de ciudadanos tiraron abajo la valla de la esquina de Prinsessegade con Refshalevej, cerca del Grey Hall. Querían un lugar de juegos para sus hijos y un espacio verde al que mirar.
Ese mismo año se celebró una exposición en Charlottenborg llamado “Noget for Noget” (Dar y Recibir), donde hippies de todo tipo, “freaks” y gente interesada en la comida macrobiótica se exhibieron, vendieron sus bienes y expusieron su arte, incluyendo teatro, cuadros y “happenings”. Se publicó un periódico alternativo llamado Hovedbladet (Diario Cabeza) en conexión con la exposición.
Uno de los artículos debatía el tema de un cuartel militar abandonado en Badsmandsstraedes kaserne y presentaba miles de ideas para su uso, tales como viviendas para jóvenes que no podían conseguir alojamiento en ninguna otra parte. Sin embargo, el movimiento okupa y las fuerzas alternativas del campamento de verano llamado “La Nueva Sociedad”, de Thy, también necesitaban un lugar en el que realizar sus sueños.
El debate acabó llevando a una inmigración masiva de gente de todos los sectores de la sociedad, que vinieron para crear un estilo de vida alternativo basado en la vida comunal y la libertad. Este fue el nacimiento de Christiania.
La policía intentó varias veces expulsar a la gente de la zona, pero tuvo que abandonar la idea porque el lugar había crecido mucho y lo habitaba mucha gente.
Entonces Christiania pasó a ser una cuestión política que finalmente llegó al Parlamento. Christiania aceptó pagar por el uso del agua y la electricidad a cambio de aceptación política como “experimento social”. (…) En el año 1973, el gobierno cambió y con él la actitud hacia Christiania. El plan pasó a ser la limpieza de la zona y su clausura.
Ese mismo año, la OTAN realizó una cumbre en Copenhague. Por ese motivo, el grupo de teatro Salvoes organizó un enorme “happening” con cientos de participantes. Un “ejército de la OTAN” ocupó la Radio Danesa y otros puntos estratégicos como si Dinamarca hubiera sido ocupada por las fuerzas de la OTAN. Durante varias horas la nación dudaba sobre si los hechos eran verdaderos o solo una pantomima.
Mientras tanto, Christiania se organizaba. Se establecieron diez zonas menores con autogobierno, siendo la autoridad máxima La Asamblea General, en la cual podían participar todos los ciudadanos. Mientras el equipo recolector de basuras organizaba un sistema de selección de residuos, el herrero hacía calentadores con viejos barriles de petróleo. En Loppen se tocaba todo tipo de música – desde música folclórica turca hasta grupos de jazz y rock aficionados.
Estos primeros años marcaron a Christiania, que ganó mucha fama por su teatro y su actividad política. (…)
En 1975 Christiania se había convertido en un peón politico entre el Estado y el Ayuntamiento. Finalmente el Gobierno decidió que la zona debia ser “limpiada” en abril de 1976.
Para entonces, Christiania había organizado numerosas actividades: una casa de baños comunales, una guardería y un jardín de infantes, recolección de basuras y reciclado, asi como tiendas comunales y pequeñas fábricas que estaban dando buenos resultados. Solvognen representó “Elverhøj” en el Salón Gris parodiando la obra teatral popular y nacionalista. Esta versión de la obra teatral llevó mucha atención sobre el Barrio Libertario. La gente también se estaba movilizando preparándose para el enfrentamiento que se esperaba contra el Estado. Se organizó un Ejército del Arcoiris, dividiendo a la gente en talleres, de un color diferente cada uno que caracterizaba las distintas tareas. Rojo para las acciones abiertas, verde para alimentos y nutrición, azul para concientización, crecimiento, etc. Se invitó a todos los daneses a asistir y se presentaron unas 10.000 personas. Algunos de los grupos daneses más populares del momento editaron un disco de ayuda a Christiania, que llegó a ser muy famoso.
A fines de abril de 1976, nada había pasado. En el último minuto, el Parlamento había decidido posponer la clausura de Christiania. Entonces, el mes de abril fue testigo de una enorme ebullición de una Dinamarca alternativa.
(…) Christiania presentó cargos contra el Estado. El concurso que se había planificado en 1973 todavía no se había realizado. Como el Parlamento había decidido que los habitantes de Christiania podrían permanecer allí hasta entonces, creyeron que la decisión de desocupar la zona era abuso de buena fe. Se tenía la esperanza de que el juicio aplazaría el cierre de Christiania. (…) En 1978, el caso se perdió en la Corte Suprema y Christiania tuvo que movilizarse otra vez. Se lanzó un plan para defender Christiania, y el Barrio Libertario presentó candidatos para las elecciones municipales. El programa incluía un reclamo de que Christiania se mantuviera con sus propias leyes y condiciones -por el bien de todos-. La lista de Christiania consiguió meter un concejal en el ayuntamiento, un hombre que se hizo muy conocido en los años siguientes por sus discursos duros, contra las malas viviendas y la demolición de chabolas.
Entonces el Parlamento decidió que debía establecerse un plan para la zona y que el lugar debía “normalizarse”, si bien no explicó cómo se haría.
En Copenhague, la policía organizó una caza de brujas contra los yonquis y los vendedores de hash de la ciudad. Al mismo tiempo, se introdujo la heroína en Dinamarca. En Christiania, esto se hizo evidente tanto por el rápido crecimiento del comercio de hash como por el creciente número de yonkis.
Entonces Christiania tuvo que ponerse en marcha y organizó programas de rehabilitación para los yonkis y tomó medidas contra los traficantes de drogas. Esto tuvo su punto álgido en 1979-80, cuando se activó un bloqueo contra la droga-basura. Se ofrecieron tratamiento de desintoxicación para los yonkies y se echó a los traficantes.
Si bien estos fueron unos años muy negros, también floreció el otro lado de la oscuridad. “Rockmaskinen” (La Máquina de Rock ) en Fredens Ark (El Arco de la Paz) pasó a ser en 1978 la casa de la escena wing punk en Copenhague. En los alrededores del Barrio Libertario, se instalaron un montón de teatros de revistas y espectáculos. En Månefiskeren, Rockmaskinen y Bøssehuset (la Casa Gay), la cultura local floreció. Y en 1981 un grupo de actores viajó a Modena, Italia, a invitación del ayuntamiento de esa ciudad, para exponer su arte.
En 1982 el Gobierno contrató a una firma privada de urbanismo para que realizara la futura planificación de la zona. Mientras, los habitantes de Cristania construyeron, rediseñaron nuevos jardines y tuvieron muchos hijos. La firma de urbanismo produjo un informe que sugería que Christiania se había desarrollado como una ciudad experimental en el marco del autogobierno.
Ese año el gobierno cambió de social-demócrata a liberal-conservador. Y en Suecia se lanzó una violenta campaña de difamación. El Barrio Libertario fue acusado de ser el “centro de la droga del Norte de Europa” y la fuente de todos los males. La respuesta a esto fue la campaña “EIsk Sverige” (Amemos a Suecia). Christiania se marchó a Suecia y “conquistó” Estocolmo, Gotemburgo y Malmoe con el cabaré, las exposiciones y enormes procesiones a traves de la ciudades. En los años siguientes Christiania fue “olvidada”, y esto trajo la paz y la posibilidad para la comunidad de construir nuevos talleres y trabajar con más visión de futuro.
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Las autoridades siguieron presionando para obtener la legalización, especialmente de bares y restaurantes, y si bien la gente que trabajaba allí intentó obtener un acuerdo y una licencia para la venta de alcohol a través de la policía, todo terminó en una enorme acción policial, cerrándose todos los locales a comienzos de 1989.
Después de este incidente, alguno de los bares obtubieron licencias de su zona local, seguidas por licencias oficiales de las autoridades.
Ese mismo año se aprobó una ley en el Parlamento referente a la utilización de la zona de Christiania conjuntamente con un plan para la zona, producido por el Ministerio de Medio Ambiente. Se pensó que proporcionaría una base legal para la “normalización” de Christiania. El plan dividió a Christiania en dos. Una parte, la más “campesina”, debía ser limpiada de habitantes. La otra parte, la más urbana, debía ser regulada y allí continuaría el experimento en un marco legal.
En el verano de 1989, se lanzaron las actividades culturales Exclusivamente Underground y Den Grå Hal (en el Salon Gris), y se convirtieron en el espacio de la nueva escena de música Hip Hop, danza y graffiti de Dinamarca. Un grupo de Rap de Christania, “Vote 4 Truckers”, editó el video/single “Christiania fingrene væk” (“Manos fuera de Christiania”).
En conexión con la gestión de la nueva ley, el Ministerio de Defensa, “propietario” de Christiania, creó un Secretariado, que en 1990 publicó un informe -”Mål og Midler” (Fines y Medios)-, indicando cómo ellos pensaban que había que gestionar la normalización y la legalización.
Los habitantes de Christiania realizaron muchas objeciones al plan. En su mayoría eran objeciones contra la división de Christiania, pero también contra la demolición de viviendas, como se indicaba en el plan.
En respuesta a estas nuevas amenazas, se realizó la manifestación “Kærlighedserklæringen” (“Declaración de Amor”). Se invitó a todos los ciudadanos de Copenhague para que vieran con sus propios ojos el tipo de estilo de vida por el que los habitantes de Christania estaban luchando y lo que era la vida diaria en esta zona de la ciudad.
El realizador de cine Nils Vest realizó el film “Christiania, du har mit hjerte” (“Christiania, tú tienes mi corazon”), un documento muy personal sobre la vida en el Barrio Libertario.
En 1990, se editó un documento informando al pueblo de Dinamarca sobre la realidad de Christiania: “Nitten”, con la intención de mostrar una Christiania distinta de la que las publicaciones burguesas habían intentado mostrar durante los 80 -una imagen de un barrio en decadencia y una vida violenta con alto grado de delincuencia-. Christiania se describía a si misma como una ciudad ecológica, basada en una economía modesta y un autogobierno extensivo.
El Ministerio de Defensa quiso obtener un acuerdo para el uso y mantenimiento de los edificios y las zonas, y el Barrio Libertario decidió que un grupo de personas elegidas discutiría la sugerencia.
Christiania conmemoró su 20 cumpleaños cuando se estaba terminando un acuerdo con las autoridades. En las largas y agitadas discusiones en las reuniones de los Comunes y el Mar se gastaron muchas energías y se alcanzó un acuerdo que deberá renovarse todos los años.
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Christiania publica “Den Grønne Plan” (“El Plan Verde”) una alternativa visionaria al plan local. Muestra una ciudad que mantiene un equilibrio ecológico con la naturaleza al reciclar el agua y las basuras, utilizando fuentes de energía renovables y creando nuevas viviendas en las barcas que están en el canal y alojamiento para los jóvenes hechas de hierba y barro.
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En Septiembre de 1992, la policía de Copenhague comenzó una campaña para eliminar el hash de Christiania. La Patrulla Especial de Christiania, formada por 70 policías, vigiló la zona durante mañana y noche en una violenta campaña que duró 8 meses. La venta de hash no pareció reducirse sensiblemente pero más de una vez la policía creó situaciones altamente peligrosas con “sopa de porras” y gas lacrimógeno, con el resultado de grandes revueltas y barricadas en Prinsessegade. Las agresiones de la policía civil alcanzaron a muchos, en especial a gente inocente. La policía cacheó a escolares y turistas -hasta el cura local fue cacheado varias veces-. Entonces Christiania puso toda su energía en una semana de acción: “Uge 12 mod vold” (“La semana 12 contra la violencia”). Entretenimiento, teatro callejero, pequeños grupos de gente vistiendo uniformes con la palabra IDIOTA en la espalda en vez de la palabra POLITI (Policía), documentales en vídeo, un grupo de trabajo por la justicia, cooperación con abogados y Amnistía Internacional, todo esto para detener la violencia policial.
Durante 1993 se realizó un extenso diálogo entre los habitantes de Christiania, abogados, Amnistía Internacional, la Comisión de Justicia del Gobierno, los medios y hasta representantes de la policía, pero la Patrulla Especial de Christiania siguió manteniendo en un puño de hierro al Barrio Libertario. (…)
Las negociaciones anuales con el Ministerio de Defensa terminaron con un acuerdo por el que Christiania pagaría una contribución a las autoridades locales que igualaba al impuesto inmobiliario.
El Barrio Libertario se convirtió en objeto de estudio de un instituto oficial de investigación. Los investigadores concluyeron que las autoridades podían aprender mucho sobre Christiania, y que la experiencia podía ser utilizada en muchos lugares del mundo.
Al final de año, los ocho meses de acción policial culminaron en allanamientos y detenciones violentas en el idílico mercadillo de Navidad. Después de una reunión de urgencia entre la gente de Christiania y el Ministro de Justicia, Erling Olsen, la paz navideña fue asegurada y la patrulla de Christiania fue disuelta.
El tono de la reunión con el Ministro de Defensa en la primavera de 1994 fue áspero. Y el Ministro de Justicia amenazaba con limpiar la zona si los ciudadanos no controlaban el mercado de hash.
(…) En marzo de 1994 se realizó la primera “manifestación mundial de hash” cuando se interrumpió el trabajo en la Calle del Traficante en protesta contra la política contra la droga. Durante 5 días no se vendió hash en Christiania, y se llevaron a cabo “smoke-ins” (fumatas) y recolección de firmas, manifestaciones de apoyo a las drogas duras en Copenhague y la campaña “Planta una Semilla”.
En la Cumbre Social de la UN, Christiania participó de la Conferencia de ONGs en Holmen, mientras activistas de todo el mundo visitaban, estudiaban y vivían en el Barrio Libertario.
En 1995 la cantidad de niños había aumentado tanto que los padres y los activistas comenzaron a construir la cuarta institución para niños de la zona. La casa ecológica para niños, con un colector solar y un aseo de humus, fue el primer edificio nuevo para uso publico que se construyó en Christiania. La falta de fondos colectivos impidió que se pusiera en uso antes del verano de 1996.
Mucha energía se gastó en las campañas de “Paga tu alquiler”, debates sobre el acuerdo marco y las relaciones con las autoridades. “Styringsrådet” (El consejo de Gestión, un grupo solicitado por el Ministerio de Defensa formado por individuos “neutrales”) introdujo un “Foro de Debate” entre la policía y los habitantes de Christiania pero como los representantes de la policía no eran policías comunes sino jefes de policía, Christiania rechazó la idea. Poco después, en el “Styringsråd” la sensación fue que se había hecho todo lo posible, y se autodisolvió a finales de 1995.
(..) El Ministerio de Defensa y Christiania intentaron recientemente realizar un Plan de Desarrollo a largo plazo, como un acuerdo intermedio entre el Plan Local de 1989 y el Plan Verde de Christiania. El tiempo deberá decir si es posible realizar los proyectos ecológicos de autogobierno del Barrio Libertario como alternativa a las ideas del Ministro sobre desarrollo.
La saga y la aventura no han terminado todavía.
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Desde su apertura, Christiania ha sido famosa por su comercio libre de cannabis, que se lleva a cabo en la calle céntrica ‘Pusher Street’. Aunque ilegal, durante muchos años las autoridades fueron renuentes a terminar por la fuerza con el comercio de hachís. Sus defensores opinaban que la concentración del negocio en un solo lugar limitaría su dispersión en la sociedad, y que podía evitar que los consumidores se volcaran a ‘drogas más duras’. Algunos propusieron legalizar el hachís completamente. Los opositores, en cambio, alentaron que la prohibición se hiciera cumplir, en Christiania y en todas partes, y que no se hiciera diferencia entre drogas ‘duras’ y ‘blandas’. También se ha sostenido que la venta libre de cannabis es una de las mayores atracciones turísticas de Copenhague (…) el mercado de cannabis todavía está floreciente en Christiania.
(…) El gobierno de centroderecha tomó una serie de medidas para hacer cumplir la ley [contra las drogas] en Christiania. La primera fue una ofensiva policial contra el comercio de marihuana. Tanto los políticos como la polícia declararon que no permitirían que se reanudara este comercio. La segunda (todavía en curso) medida es la inscripción de todos los edificios. La tercera será la demolición de una cantidad de residencias privadas de madera situadas en el área de conservación natural (la histórica fortaleza naval de Copenhage). Durante los últimos 15 años, el gobierno no ha permitido nuevas construcciones en Christiania. Esta decisión está siendo ahora aplicada con una política de tolerancia cero y una presencia policial masiva. Esto es visto por la comunidad de Christiania como una estrategia del gobierno de minar el autogobierno colectivo. Cree que el gobierno planea vender los derechos de edificación a empresas privadas, en un intento por forzar al Barrio Libre a aceptar el paradigma de la propiedad privada y la capitalización mercantil de la propiedad privada. (…)
Desde 1994, los residentes pagan impuestos y tarifas por los servicios de agua, electricidad y recolección de basura. El futuro de Christiania es incierto, sin embargo, porque las autoridades danesas presionan por su eliminación. Luego de amargas negociaciones que resultaron en que el área fuera cerrada al acceso público, en junio de 2011, los residentes de Christiania acordaron colectivamente crear un fondo para comprar formalmente la tierra por precios más bajos que los del mercado. Todavía es incierto de dónde saldrá el dinero de ese fondo.
Por Christiana.org
Fotos: Tomás Cochello