Los partidos y la trampa de los «trabajadores»

Comentarios al artículo «Hacen falta los trabajadores»

Los partidos y la trampa de los «trabajadores»

Autor: Cristobal Cornejo

Comentarios al artículo «Hacen falta los trabajadores». Autor: Ricardo Candia Cares. Publicado en Punto Final y Rebelión

Por primera vez desde comienzos del siglo pasado, cuando los anarquistas encabezaban multitudinarias huelgas en el salitre, los portuarios de Valparaíso o sectores de Santiago, se abre el debate en chile sobre el cambio social independientemente de las vías o caminos para ello. Los anarquistas fueron desplazados desde aquellas épocas por los partidos que ansían dirigir los cambios desde el aparato del estado y administrando la economía capitalista, en lo que se denomina capitalismo de estado para orientar las ganancias hacia el beneficio social, lo que resultó un oxímoron y un verdadero galimatías, y el proceso terminó devorándose a si mismo como sucedió en la URSS y está sucediendo en otros países que para sobrevivir deben reinsertar formas de propiedad y producción privada.

Hoy día con las dinámicas estudiantiles, mapuche, pescadores artesanales, pobladores, juventud, mujeres, ecologistas, cesantes, etc. y etc. los partidos de los trabajadores claman por la ausencia del rol de los trabajadores, que deberían estar junto a los estudiantes, ponerse a la cabeza, etc. Llaman y claman, y los trabajadores: nada! Todos los partidos se definen de los trabajadores y hay dos grandes líneas, los que negocian y trabajan juntos dentro del sistema que critican, ya que según ellos se puede ir de diputado en diputado hasta tener tantos que venceremos, y los que van a tomarse el estado a como de lugar, los primeros se denominan pacíficos y los segundos violentos, los primeros de la vía electoral, los segundos de la vía armada, pero ambos quieren lo mismo, controlar el aparato del estado y a veces trabajan juntos ya que el objetivo es el mismo y cuando llegan arriba los llamados pacíficos asesinan a los violentos, a los que han puesto la cara y el cuerpo. Nadie sabe para quien trabaja. Por eso como punto de partida, muchos trabajamos el cambio social manteniendo distancia prudente de esos asesinos que imponen su modelo a como de lugar sin respetar a nadie, ya que dicen que el fin justifica los medios. No, gracias, con ellos ni a misa. En Chile los pacíficos que van detrás del estado se van juntando y negocian como adquirir un puesto y luego otro puesto, encontrándose entre ellos el Partido Comunista y los grupos derivados de la ex Surda, que andan todos ellos muy amiguitos en las movidas de la asamblea constituyente y en las universidades. Los rebeldes crecen como callampas en todas partes y muchos de ellos son cooptados por orgánicas que van detrás del estado y usan también el título de los “trabajadores”.

Todos hablan de los trabajadores y ellos miran como hablan de ellos. Pasan muchas cosas por las cabezas de los trabajadores y los menos están pensando en anotarse detrás de esos que quieren dirigir el estado “en su nombre”. Veamos un poco ese asunto. Marx habló de los trabajadores en la fase de expansión industrial, refiriéndose a los productores de plusvalía, a los obreros ocupados del proletariado, es decir, aquellos que fabrican la ganancia. El resto del proletariado amontonado en las periferias sin trabajo, fue llamado lumpenproletariado, que no es un término peyorativo, como villano, que era un habitante de las villas y por eso era considerado inferior por la nobleza oligárquica que habitaba castillos señoriales o mansiones faraónicas, asumiendo la cultura y el lenguaje en general a esa acepción (villano) como sinónimo de vil, bajo, rastrero, malvado, oportunista y sin sentimientos. Nosotros seguimos utilizando ese término y reproduciendo la mirada clasista y discriminadora, al igual que usamos la palabra contraria, “nobleza”, para referirnos a sentimientos altamente positivos en un comportamiento humano generoso y dadivoso hacia los demás. Plop! Con lo que queda claro que los nobles eran buenitos y los habitantes de las villas eran malvados. Habrá que tener cuidado con lo que estamos enseñando y reproduciendo con el uso impensado de las palabras. Lo mismo ocurre con el concepto de “trabajadores”. Sigamos:

La crisis interna del capital, digamos el efecto continuo de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, en que cada mercancía tiene menos mano de obra debido a la tecnología, lo que obliga al empresario a sacar más y más materia prima, petróleo, energía y agua de la naturaleza, lleva a que la fuerza laboral creadora de aquella plusvalía sea proporcionalmente muy pequeña en comparación a las otras formas de hacerse de un salario o de obtener dinero. La exclusión y marginación de las personas de las fuentes de trabajo ha multiplicado “n” veces la categoría social del lumpenproletariado, al mismo tiempo que la visible expansión de las llamadas capas medias deja de aumentar y desciende rápidamente, con lo que se acrecienta aún más la llamada capas de marginación a nivel universal. En los últimos años se ha impulsado de tal manera el fenómeno migratorio, que ya se puede hablar de un cambio en las condiciones geopolíticas de la administración, por ejemplo los migrantes africanos y árabes en Europa han sido capaces de estremecer París y Londres con gigantescas jornadas de barricadas e incendios de vehículos durante días y semanas por el sólo hecho de la policía reprimir un negro. Los chicanos que llegan estos últimos años por millones a Estados Unidos han modificado el panorama electoral y el gobierno ha debido levantar un muro como el de Berlín en la frontera. Pero lo más importante ha sido la migración de millones a las ciudades abandonando el campo que está siendo arrasado por el extractivismo y destrucción de la madre tierra, amontonándose en las periferias de las ciudades que se están convirtiendo en prisiones cercadas por la policía militar con el pretexto de la droga que el mismo sistema echa a correr.

En ese nuevo terreno laboral y geopolítico, el trabajo es precario y las organizaciones sindicales son destruidas, sobreviviendo en una mínima expresión sólo algunos sectores con las siguientes características principales:

La primera es la disminución y atomización de las organizaciones sindicales, que en algunos países sumaban millones de trabajadores y en los últimos años ha bajado a cientos de miles. Cada vez son más débiles y superexplotadas, con menos capacidad de negociación, temporalidad, falta de derechos, etc.

La segunda es la casi desaparición de las organizaciones de trabajadores productores de plusvalía, asumiendo mayor presencia y fuerza los trabajadores estatales, profesores, bancarios y entidades financieras, choferes, minería, comercio y hotelería.

La tercera es la dirección reformista y negociadora de la mayoría de las organizaciones, en tanto los grupos rebeldes se esmeran por “concientizar” obteniendo pocos resultados. Ese es el caso argentino, por ejemplo, donde la CGT está dirigida por el populismo justicialista y la CTA, a pesar que reúne sectores peronistas progresistas, comunistas, socialistas, troskistas y un cuanto hay, no tiene incidencia en la política económica, salarial, administrativa, ni nada. La notable experiencia de las fábricas ocupadas es subsumida e invisibilizada en la estrategia de la futura “toma del poder”.

En Chile los partidos aniquilan a los sindicatos y todos juntos aniquilan a los trabajadores. Tristemente es la experiencia vertical que podemos apreciar en todas las centrales y sindicatos, salvo algunas excepciones aisladas donde se viven algunas micro experiencias de asambleismo y horizontalidad, pero lejos de los sectores de producción de plusvalía. Sólo se puede destacar el conjunto de pioneros que sostienen y hacen funcionar casi a la manera de quijotes a la CGT, que reúne algunas decenas de miles de trabajadores diversos tratando de enseñar que no es el partido el que debe dirigir, sino que todos los partidos tienen un rol en el fortalecimiento de la lucha sindical junto a los que no están interesados en la militancia.

Usted puede hablar de la fuerza de los profesores, pero luego debe recordar que se trata de una máquina vertical dirigida por el Partido Comunista o la CUT. Acaso los llamados al rol de los trabajadores se dirigen hacia la Cut? Los que dicen que no importa, que todos deben estar juntos es porque quieren que sea la Cut la que dirija, o porque tienen dirigentes allí adentro.

Qué sentido tiene entonces llamar a los trabajadores? Conseguir que en el interior de ellos crezca la conciencia? Veamos el texto a comentar esta vez (comentamos intercalando):

 

Hacen falta los trabajadores. Autor: Ricardo Candia Cares.  Publicado en rebelión.org y tomado de Punto Final.

Texto:

En poco tiempo más, cuando se escriba la historia de estos hasta ahora siete meses “que conmovieron al mundo”, los cronistas coincidirán en las muchas cosas que quedaron como productos preciosos de estas jornadas. Aunque también habrá que reconocer que los estudiantes estuvieron bastante solos.

Ha sido un año fecundo para el movimiento estudiantil. Una de las más importantes conquistas es haber dejado una estela de optimismo en la gente común, esa especie de esperanza nueva que se respira, la certeza que no todo está perdido y que los sostenedores del sistema son débiles, si se enfrentan a la verdad dicha con valentía, con decisión y con hermosa intransigencia. Nuevos dirigentes jóvenes irán a engrosar la lista de aquellos hombres y mujeres de los que habló Salvador Allende camino a la historia. Nuevas generaciones de estudiantes de la enseñanza media tomarán la posta dejada por los que salen, y esa sangre fresca y valiente asumirá la responsabilidad de las movilizaciones que vendrán, porque se equivocan quienes piensan que la cosa termina con acuerdos redactados entre los sordos muros del poder.

Especialmente se ha avanzado, lo que no es poco, en el convencimiento de que el sistema es vulnerable, que la fuerza de la gente sigue siendo determinante, que la derecha siempre será un sector odioso, egoísta e inhumano y, por sobre todo, en la convicción suprema: mientras haya jóvenes decididos a cambiar el país, habrá esperanzas. Pero también ha quedado de manifiesto que para aspirar a cambios más de fondo, faltan los trabajadores. Tal como muchos de los lúcidos dirigentes estudiantiles dicen, los cambios de verdad sólo son posibles con la participación activa de éstos.

Para decir las cosas como son, los trabajadores miraron por la ventana el paso valiente de los muchachos y a lo sumo, hicieron saber su simpatía y solidaridad con el movimiento con aportes muy valorables, declaraciones solidarias y manifiestos encendidos, pero no alcanzaron la estatura de los muchachos.

 

Comentamos:

Extraña afirmación esa sobre la soledad, pues ha sido el movimiento que más ha concitado el apoyo, ha habido reuniones donde llegaban miles de familias con sus hijos y guaguas en coche. Es el único movimiento que ha podido mantener una marcha tras la otra sin perder el aliento y que se ha prolongado en el tiempo ya por 7 meses. Las encuestas dicen que el apoyo ronda entre el 70 y 80% y si cae más, será debido al desgaste lógico a que ha aspirado el gobierno, no por disminución de simpatías. Las movilizaciones mapuche y sus grandes manifestaciones de miles y miles de personas en el cerro Huelén, así como las recuperaciones de tierras, no reciben tampoco el apoyo de otros sectores, nadie va más allá en dirección de una pretendida e hipotética alianza o unidad de sectores que podrán ser agarrados por la conducción política y “llevarlos” hacia la toma del poder, lo que no está en los objetivos de las movilizaciones, sino de los partidos que intentan ponerse a la cabeza, o sea, no se interpreta la sociedad ni se escucha su voz, sino que se instalan radios y educación popular para que sea al revés, que la gente escuche la voz de los partidos. Hay que poner derecha la taza antes que se derrame todo el líquido. El multitudinario movimiento contra HidroAysén fue algo sorprendente y tampoco se bajó el movimiento de trabajadores de la ventana de donde hacía saludos con un pañuelo, aunque los de la lucha por el poder lo silencian, como hace este autor, silenciando también los aspectos más importantes del movimiento estudiantil para poder vender su pomada. El autor tergiversa cuando rescata a los líderes que surgen como “dirigentes jóvenes”, cuando el mensaje fue el contrario, las asambleas estudiantiles demostraron que los dirigentes pueden y deben subordinarse a las deliberaciones democráticas, aunque ya el Partido Comunista ha dispuesto el destino electoral de dos de ellos, uno para alcalde de Estación Central y la otra para diputada. Es allí donde quiere apuntar el autor de este texto cebollero que habla de la maravilla estudiantil escondiendo y escamoteando la esencia de las cosas. Sangre fresca y valiente es la de las asambleas. Desde los “lúcidos dirigentes” sale la idea de la alianza con los trabajadores, pero eso aún está definiéndose en asambleas, por lo que por ahora no pasa de una “propuesta” externa o de una voluntad de liderazgo. Alianza con los trabajadores. Con cuáles?

 

Sigue el texto:

El combativo sector público dijo un par de cosas y luego se concentró en su negociación con el gobierno. Los únicos profesores que se pararon fueron aquellos que no podían hacer clases porque sus estudiantes tenían tomados sus establecimientos. Los mineros brillaron por su ausencia, tal como los forestales, los metalúrgicos, los pescadores y todos quienes tarde o temprano se verán beneficiados con los frutos del esfuerzo y sacrificio de los estudiantes universitarios y de la enseñanza media, habida consideración de las siempre muy valorables excepciones.

 

Comentamos:

No es posible que venga a jugar con hipótesis edulcorantes. “El combativo” sector público tiene un límite que es la alianza de la Concertación con el PC y que ya había sido vendido por el PS obligando a los 8 dirigentes socialistas a circular una carta pidiendo perdón a sus militantes, pero sin pedir que se echara atrás la conciliación. Por eso el gobierno ha propuesta entre 4 y 5% el reajuste salarial que se está discutiendo, en tanto los dirigentes piden el 8%. Les van a dar 6% y todos felices. A eso se reduce la combatividad, en tanto en la política el sector dominante es del PS, partido del bloque neoliberal de la Concertación al que se ha sumado el PC, por eso más arriba este autor sólo critica a la “derecha”, salvando la vida a la Concertación, que dirige el sector público de trabajadores, los que este señor quiere “aliados” de los estudiantes, o sea, el estudiantado al final resulta ser carne de cañón para las políticas de alianzas estratégicas de ganarle el gobierno a la derecha con la mano del gato neoliberal de la Concertación, haciendo borrón de todo lo sucedido anteriormente. Claro, como el PC está en ese juego, vamos a jugarlo, dice el autor, que quiere posar de analista independiente. Los profesores, forestales, mineros y metalúrgicos son dirigidos por el PC de modo que la alianza estudiantil-trabajadores que sueña este escritor ya estaría cocinada para los partidos aliados neoliberales, Comunista y aliados menores. Muy inteligente, señor autor. Respecto de los pescadores, los dirigentes que el PC apoyaba fueron echados esta semana por dirigentes de base que no aceptaron que se negociara la cuota de pesca, ahí tiene a sus aliados. Como no los va a poder sacar de ahí a los conciliadores, su propuesta entonces es trabajar con ellos. Cayó el telón. O mejor, se le cayó la máscara.

 

Sigue:

Así las cosas, no nos sorprendamos si los acuerdos que ya se estarán afinando entre cuatro paredes y un cielo raso se imponen, y a lo sumo se logra avanzar en deciles, becas, aportes y un par de ofrecimientos que no pongan en peligro el sistema. Peor aún, no nos sorprendamos si el sistema sale más afirmado en sus concepciones últimas, y que sus óbolos no sean más que un despiche para administrar la presión acumulada.

Los estudiantes tendrán que modificar sus tácticas para evitar el desgaste que significa arar cuesta arriba sin aliados activos y decididos. Sobre todo cuando la presión se hace insostenible porque ya aparecen los primeros destellos que anuncian las próximas votaciones, que avisan a los políticos del sistema la necesidad de tranquilizar el ambiente. Y con el calendario jugando en contra, hasta el más pintado de los revolucionarios se da cuenta que es bueno el cilantro, pero no tanto.

Personeros interesados en calmar las aguas agitadas apuran la suscripción de acuerdos y promesas que dejan las cosas más o menos donde mismo, si se mira desde el punto de vista de quienes rechazan el sistema. Otra óptica tendrán quienes sólo quieren despeinarlo un poco.

La educación, y todo lo demás, seguirá siendo el correlato ideológico que define el neoliberalismo en las salas de clases, en las carreras universitarias y en el negocio de administrar unas y otras, mientras no haya la suficiente fuerza para cambiar de verdad el estado de cosas.

Y como componente necesario de esa fuerza, la de los trabajadores organizados y decididos es insustituible.

 

Comentamos:

Ya es hora de terminar de sacarle la máscara a este caballero:

Primero: la novedad que han traído los estudiantes va más allá de sus solapados intentos por subordinarlos a los “trabajadores” dirigidos por el PC y los partidos neoliberales, lo que no funcionó justamente porque los dirigentes del PC fueron puestos en su lugar por aquellos estudiantes que demostraron que había que trabajar más por el respeto a las decisiones asamblearias que por la capacidad de “dirigentes que decía Allende” de aliarse con los partidos parapetados detrás de los “trabajadores”, que los usan como escudo y masa de maniobra .

Segundo: Muchos estudiantes han ido aprendiendo que los cambios no se van a dar transfiriendo su fuerza a esos oportunistas de todos los pelajes, sino aplicando sus métodos asamblearios, autónomos, horizontales, democráticos y participativos ellos mismos directamente en sus barrios, localidades, centros de trabajo y en todas partes, evadiendo a los burócratas que se disputan el discurso y las estrategias para atraparlos. Para qué ir a hablar con los dirigentes que manipulan a las organizaciones sociales, para subordinarse a un bloque-frente por arriba? Ja, está buena la trampa, pero los estudiantes no son burros. No es que tienen  que aliarse con los trabajadores o con los mormones, sino que tienen  que multiplicar las nuevas prácticas de democracia directa y empoderamiento en todas partes. Eso les duele a los aprovechadores que tironean al movimiento para que pise el palito y se cierre la puerta de la jaula dorada una vez adentro.

 

Sigue y concluye con broche de oro:

No pocas veces dirigentes de los muchachos han reclamado su ausencia en las movilizaciones. Y no pocas veces han dicho que los cambios que exigen, más allá de las medidas inmediatas y las reducciones absurdas de las autoridades, no serán posibles sin la participación de éstos. Las movilizaciones de los estudiantes dejan al descubierto la necesidad de recuperar las organizaciones de los trabajadores para la causa que ellos han develado. No es posible intentar la democratización del país, entendida en su sentido más amplio, si no se cuenta con el esfuerzo de los trabajadores organizados.

Habrá que reconocer que todavía falta para que las cosas tomen un curso de cambio real mediante una alternativa que supere a los administradores, sostenedores y comparsas de este tiempo gris y amargo.

 

¿Comentario final?:

No se les vaya a ocurrir jóvenes, “intentar” hacer o vivir democracia. Muera la democracia directa. No es posible ni siquiera “intentar” la democratización del país si no se cuenta, primero que todo, con la

alianza-subordinación a los partidos que dirigen a los trabajadores. No hay democracia posible fuera de la alianza estratégica del Partido Comunista con los partidos del bloque neoliberal de la Concertación. Ya lo sabemos, ahora, calabaza, calabaza, cada uno para su casa a difundir la buena nueva.

Y como premio de consuelo queda la lucha eterna de “recuperar” las organizaciones de trabajadores, o sea, no escuchen a quien dice que están dirigidas por los oportunistas, sino escúchennos a nosotros que decimos que hay que “recuperarlas”. Caramba y quiénes son esos salvadores de la patria, ese Míster Músculo que limpiará todo? Quiero conocer ese conejo, que salga del sombrero…. Estos gallos, nos quitan el alimento y quieren que sobrevivamos con malabares hipotéticos. Puro discurso. Amén. Limpien primero, veamos a sus flamantes nuevos dirigentes respondiendo a las asambleas y arrinconen a los partidos, pero como dice el adagio: “del dicho al hecho, hay mucho trecho”. En este caso no vale poner en la carnada sólo la mitad del gusano. Tráigalo entero, caballero. Por eso que en vez de pez recogen piraña.

Por Profesor J


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