Un año después de que la sonda espacial Rosetta chocara intencionalmente en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, los científicos de la Agencia Espacial Europea siguieron recolectando datos sobre el astro.
Los últimos resultados que fueron anunciados en el 64° Simposio y Exhibición Internacional AVS, se concentran en el análisis detallado de la atmósfera (o coma) del cometa, estudiada por los investigadores usando el espectómetro de Rosetta, para identificar y resolver el origen de sus diferentes elementos. Al parecer, el hielo se habría formado mucho antes de que nuestro Sol empezara a brillar.
«Lo que descubrimos es asombroso: el hielo cometario es más viejo que el Sistema Solar y se mantuvo como hielo desde su formación», dijo en un comunicado la profesora Kathrin Altwegg, de la Universidad de Bern. «Esto significa que la abundancia de orgánicos encontrados en el coma cometario probablemente es más antiguo y, por lo tanto, ‘universal’ y no específica del Sistema Solar. Si los cometas contribuyeron a la emergencia de la vida en nuestro planeta, podrían haber ocurrido procesos similares en otros lugares del universo».
Hace poco, un estudio teórico sugirió que los materiales orgánicos de los cometas podrían haberse formado en las bandas interestelares difusas (DIBs, por las iniciales en inglés), que son regiones estelares de material orgánico. Los nuevos resultados refuerzan esta idea, aunque no son la última palabra sobre la naturaleza de los cometas.
Comprender los cometas podría ayudarnos a entender el origen de la vida en la Tierra. Se cree que los cometas son responsables de alrededor del 1% del agua de nuestro planeta. Al comprender su composición podemos calcular la cantidad de material orgánico que aportan estos cuerpos. Esto se estima utilizando xenón, un gas noble.
«Al observar los isótopos de xenón también podemos cuantificar la cantidad de compuestos orgánicos que aportaron», dice Altwegg. «La inesperada riqueza de orgánicos encontrados en el coma cometario, junto con los resultados del xenón, nos dice que los cometas podrían haber jugado un papel importante en la aparición de la vida en la Tierra».
Una futura misión de aterrizaje extendería estas mediciones a la superficie y quizás debajo de ella, lo que nos daría una mejor comprensión de dónde y cuándo se originaron los cometas.
Fuente, IFLScience
El Ciudadano